Siempre se pone como ejemplo negativo del sistema privado de sanidad al americano, con el razonamiento principal de ser un sistema con baja eficiencia economica, obviando que está lejos de ser un sistema libre cuando está controlado por las regulaciones y control de la oferta.
He hecho un pequenyo resumen-traducción-adaptación de un artículo que me ha parecido interesante.
Aclarar antes de leerlo que el proceso de obtención de una licencia, no es lo mismo que hacer una carrera de medicina, es un proceso posterior, e involucra verificaciones extensivas de antecedentes, educación, capacitaciones, e historial del solicitante.
El sistema de educación superior tampoco es homogéneo como en europa, esta es la razón por la cual existe este requerimiento.
Las licencias las expiden los estados.
Uno podría listar cientos de problemas que el sistema actual de sanidad en estados unidos tiene, pero uno de los aspectos que rara vez se hablan es la monopolización de la industria de la sanidad.
En el último siglo, la AMA (American Aedical Association) ha tenido con el beneplácito del gobierno estadounidense el monopolio de la sanidad.
A través de consejos estatales, los miembros de la AMA han restringido el número de escuelas de medicina o el número de doctores permitidos de ejercer activamente, lo que ha repercutido en la oferta de doctores y por tanto en el precio de la sanidad.
La justificación para estas restricciones son siempre el bien común.
Si los consumidores tuvieran la libertad de elegir su seguro médico, harían terribles decisiones.
El problema es cuando quien resulta beneficiado de una restricción especifica afirma que es únicamente por el bien de los consumidores.
En la realidad, estas leyes no hacen más que crear una situación de anti-competencia que beneficia a un interés en concreto.
El sistema de sanidad americano no es libre mercado, es capitalismo de amiguetes.
Aun así, la propaganda colectivista y pro sistemas públicos ha sido muy efectiva, los americanos piensan al mismo tiempo que las licencias son completamente necesarias en la industria de la sanidad, y que al mismo tiempo es un mercado libre.
Si el objetivo es dar información a los consumidores, las licencias son innecesarias. La certificación, que al contrario de las licencias no prohíbe a nadie ejercer activamente la medicina, cumple el mismo objetivo, mientras mantiene las libertades individuales intactas, si una persona en plenas capacidades y conocimientos decide acudir a un médico sin licencia está en su pleno derecho.