Primero de todo, gracias por las contestaciones serias y las soluciones que me estáis dando.
He decidido volver a tener una charla con él este lunes. Por segunda vez expondré la situación, quizás la exagere para asustarlo y que se ponga la pilas.
Intentaré que me de más detalles sobre las rencillas que tiene con la dirección, para tener más información y poder decidir mejor. Aunque no tengo esperanzas de que me diga nada, porque en situaciones anteriores no me lo ha querido contar.
Si sigue en sus trece, que espero que no, tengo pensado varias estrategias, a ver que os parecen:
Jugar la carta de la amistad. Si realmente es mi amigo no tiene porque joderme en el trabajo y menos jugar con mi salud y sustento. Si seguimos así, dejamos de lado las relaciones personales. Así si me ve alguien más ajeno no se aproveche de mí, porque a veces me da esa sensación.
Empezar con amonestaciones leves. Hasta que legalmente quede entre la espada y la pared. A ver si espabila.
Por último, y aunque se que me metería en un sitio donde no me llaman, iría a hablar con su mujer, a ver si ella puede hacerlo entrar en razón.
Dicho y hecho esto no veo más soluciones reales. Si de verdad tiene un mínimo de inteligencia y quiere a su familia, hará lo que toca, que es hacer su trabajo, ya que no le pido nada más.