Las carillas es una funda que reemplaza una pequeña capa de esmalte, el esmalte es el tejido más duro del organismo humano y la carilla es algo más frágil así que al rebajar esta capa y colocarte una carilla el diente se vuelve más frágil. Yo recomiendo fundas cuando es alguien que tiene alguna pieza mal (decoloración, manchas o un hueco entre los incisivos bastante feo), las fundas son realmente buenas estéticamente además de prácticas ya que ni te enteras de que la llevas.
Los problemas es que se pueden caer, ya que entre el esmalte y la funda se coloca un adhesivo que a veces no pega bien, además también suelen absorber el color del café las malillas y acaban volviéndose amarillentas, y se te puede caer si te das un golpe o mordisqueando algo duro, aunque he de reconocer que son bastante resistentes, también si te la ponen mal puede provocar gengivits crónica (sangrado encia). También pueden hacerse grietas, aunque pasa poco ya que el material es de alta fiabilidad, lo hacen con porcelanas raras y aleaciones de metales que desconozco xD
Es imposible que se te meta mierda entre la funda y el diente ya que no hay hueco, si a caso se puede acumular un poco entre el hueco de la funda-encia, pero nada que no se pueda limpiar con un cepillo de dientes normal.
Resumen: Son la polla, te arreglan la boca en unas cuantas sesiones y la tienes perfecta. Problema? Son caras de cojones, además de que quizás en unos años (pongamos entre 4 y 6) debas de cambiartela por otra que se asemeje a el color de los dientes actuales.
Los implantes de hueso son para toda la vida, imaginate que es como un clavo con rosca que clavan en el hueso y en esa rosca se ponen dientes, pues el hierro se cambia raras veces a no ser que de problemas o se mueva y la pieza se suele cambiar cuando se deteriora. Es igual que un diente, solo que en vez de raíz tiene un clavo y de corona es de materiales artificiales.
Ponte un implante cuando la pieza no tenga otro remedio que la extracción o sea muy antiéstetica. También es bastante caro.