La policía griega ha detenido al líder de Aurora Dorada, Nikos Mijaloliakos, al portavoz parlamentario de la formación ultraderechista, Ilias Kasidiaris, y a otros altos cargos en conexión con el asesinato hace 10 días del rapero y activista Pavlos Fyssas, que desató disturbios en el país. La investigación del caso ha causado indignación ciudadana al revelar la profundidad de las relaciones entre la organización neonazi y la policía.
En total, la fiscalía ha emitido 38 órdenes de detención contra la cúpula de la formación neonazi, incluidos seis diputados, de las que se han ejecutado una decena. Mijaloliakos, exmilitar y secretario general de la formación ultra, es también diputado. También ha sido detenido el secretario de la organización local del barrio de Nikea, a la que pertenecía Yorgos Rupakias, el asesino confeso de Fyssas.
En la justificación de la orden de arresto se acusa a los miembros de Aurora Dorada de pertenencia a "banda criminal" y de participar en numerosos crímenes, entre ellos homicidio, atentado con bomba y agresiones físicas. Además existe una investigación en curso sobre las fuentes de financiación del partido en la que, según el canal Skaï, se le acusa de lavado de dinero, extorsión y participación en tráfico de seres humanos.
Varios de los diputados y altos cargos fueron detenidos en sus hogares durante la madrugada del sábado, aunque alguno, como el diputado Ilias Panayótaros, se entregó personalmente en la Dirección General de Policía.
Las órdenes contra los dirigentes de Aurora Dorada, muchos de los cuales son diputados, han podido ser emitidas porque la Cámara ha aceptado levantar la inmunidad para permitir la investigación que ha seguido al asesinato de Fyssas. El caso ha llevado a la dimisión, destitución o suspensión de una veintena de altos cargos policiales hasta el momento.
"La República garantiza la protección constitucional y la Justicia está haciendo su trabajo", ha declarado el portavoz del Gobierno, citado por la agencia ANA. El caso ha llevado al Ejecutivo de Andónis Samarás a reaccionar y buscar activamente dejar sin fondos públicos a la quinta fuerza política del país, con 18 diputados en el Parlamento.
El asesinato del rapero y activista antifascista Pavlos Fyssas, conocido como Killah P, perpetrado el pasado 18 de septiembre por un hombre que se confesó simpatizante de la formación ultraderechista, desató una oleada de disturbios y protestas en Grecia. El partido ha negado cualquier implicación en el crimen.
Las detenciones se producen el mismo día que ha sido convocada una manifestación para exigir la dimisión del Gobierno por parte de una asociación de reservistas de las fuerzas especiales del Ejército y otra de militares en activo, ambas de ideología ultranacionalista.
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Mi opinión personal: Que para haber matado al rapero Fyssas por llevar calcetines con sandalias, demostrando un mal gusto merecedor de tal castigo, se está montando buen pifostio con los de amanecer dorado, que fijo que no tienen nada que ver. Pobres demócratas.