María José Carrasco, una mujer de 62 años y diagnosticada desde hace 30 de esclerosis múltiple, falleció ayer al mediodía después de que su marido le suministrase arsénico para ayudarla a morir y tras habérselo pedido ella en numerosas ocasiones.
El hombre, Ángel Hernández, de 69 años, tras darle de beber a su esposa la sustancia llamó a los servicios de emergencias y les avisó que su mujer estaba muerta. Los médicos del Summa se personaron junto a la Policía en el domicilio del matrimonio, ubicado en la calle Federico Carlos Sainz de Robles, en el distrito de Moncloa Aravaca. Cuando llegaron, los sanitarios sólo pudieron confirmar el fallecimiento.
A los agentes, el hombre contó que había acabado con la vida de su pareja porque se encontraba en fase terminal y que ella le había pedido que lo hiciera. Fue detenido acusado de un delito de homicidio.
Este país necesita ya una legislación en materia de eutanasia.