Buenas tardes
Llevamos mucho tiempo viendo como se nos bombardea 24/7 en las mass media caricaturizando a Trump como el "malo" de la película. No hay día que pase que no se haga eco alguna declaración suya hablando sobre los inmigrantes o temas controvertidos sobre inmigración.
Pues bien, después de leer un artículo de Roberto Centeno, el cual explica el porqué de su colaboración en la campaña de Donald, me he dado de cuenta que sus retractores no tienen motivos para criticarlo más allá de repetir el ya cansino tema del muro y los mexicanos (o la reciente actuación de expulsar a un bebé) y no tener otro argumento más que calificarlo de "facha". Es cierto que el querer expulsarlos es deneznable, pero este parece ser su único clavo ardiendo al que agarrarse antes que admitir que puede suponer un antes y un después en la historia de EEUU. Las razones que expone Centeno son suficientes para que cualquiera con 2 dedos de frente se de cuenta de que lo mejor que podría pasar es que sea elegido.
Copio y pego una parte del artículo:
Permítanme antes de seguir explicar las razones por las que entendí que debía (muy modestamente) colaborar con el equipo de Manhattan en su estrategia para captar el voto hispano, un voto muy reticente por las descalificaciones y frases disparatadas lanzadas por el candidato. Pero como me dice su gente: “Donald es como es y nadie va a hacerle cambiar”. Y las razones se resumen así: si gana las elecciones, se va a producir un giro radical en la política exterior y en la política económica de los Estados Unidos, que favorecerá significativamente a Europa y a otros países, aparte de la novedad que implicaría un presidente con excelentes relaciones con el primer mandatario de Rusia.
En primer lugar está su compromiso firme de aniquilar al Estado Islámico, lo que dará un golpe muy serio al terrorismo que, sin sus bases logísticas y de mando y sin el magnetismo que ejercían sobre muchos jóvenes radicales los éxitos del Estado Islámico, ocurrirá como con Al Qaeda cuando perdió su bastión de Afganistán: su capacidad de atentar disminuirá drásticamente. Después, y como Trump no es un imperialista, se concentrará en los problemas internos, sin inmiscuirse en la política de otros países. Todo lo contrario que Hillary Clinton, cuya desastrosa política exterior ha traído ríos de sangre, dolor y lágrimas. Mucho mas agresiva que Obama, es extremadamente peligrosa para Oriente Medio, Rusia y China: “No hay país que no esté dispuesto a invadir o intervenir”, denuncia Trump.
Clinton fue la principal impulsora de la denominada 'primavera árabe', que creó al Estado Islámico, derrocó a Gadafi en Libia, instaló a los fundamentalistas musulmanes en Egipto hasta que fueron eliminados por el general Al Sisi, ha estado a punto de derrocar a Bashar al Asad en Siria, que solo se ha salvado por la firme ayuda de Putin, y apoyó decididamente el golpe de Estado de los pronazis de Kiev para debilitar a Rusia, generando el caos y la miseria en toda Ucrania. Es la responsable de la oleada migratoria musulmana que está anegando Europa y destruyendo nuestras raíces cristianas y nuestra civilización. Trump, admirador declarado de Putin, iniciará una nueva era de colaboración con Rusia, levantando todo tipo de sanciones, lo que favorecerá a Europa y a España en particular.
Luego viene la parte económica y social, que es la que decidirá la campaña. Hillary Clinton, al igual que ha ocurrido en la Unión Europea, propone una política económica ultraliberal que beneficia esencialmente a unas élites depredadoras que controlan todos los grandes medios de comunicación, ferozmente anti-Trump. Un 1% de la población se ha apoderado de la casi totalidad del crecimiento de las últimas décadas. La clase media y trabajadora está literalmente harta de escuchar falsas promesas mientras su vida no mejora, y lo que es peor, por primera vez en su historia los hijos vivirán peor que sus padres. “La crisis les ha atenazado y afectado gravemente a sus vidas, por ello muchos votantes prefieren a un duro hijo de puta que derribe al 'establishment', al que culpan de todo ello”.
Luego están los cambios sociales, muy bien descritos en el 'El País' por Marc Bassets: “Para muchos americanos que pasan por serias dificultades económicas, existe una sensación de precariedad que les hace cuestionar la futura seguridad económica de ellos, de sus familias y del país, a lo que se unen los cambios poblacionales y culturales que han ocurrido de modo muy rápido, como la diversidad racial o los nuevos derechos civiles para gays y lesbianas”, quieren conservar su cultura y sus valores y legar un mundo mejor y no peor para sus hijos, que es lo que está sucediendo, “que al menos tengan lo mismo que ellos tuvieron”, y esto es lo que Trump les garantiza junto con la protección de sus puestos de trabajo, fuertemente amenazados por la globalización descontrolada o la manipulación de los tipos de cambio como hace China.
Trump acusa también a la Reserva Federal de mantener tipos de interés bajos por razones políticas, lo que esta creando una 'falsa economía', como en la Unión Europea. Si gana las elecciones y su política económica triunfa, el 'establishment' europeo tendrá muy difícil mantener su disparatada política de expansión monetaria sin reglas ni control alguno a intereses negativos para financiar el despilfarro. Por otro lado, Clinton es una persona profundamente mentirosa y deshonesta, como han demostrado lo poco conocido de sus correos por el descarado favoritismo que está mostrando el director del FBI James Comey, en su investigación sobre la candidata, ocultando o pasando por alto numerosas evidencias incriminadoras, como declaraciones falsas, obstrucción a la Justicia y destrucción de pruebas.
¿Por qué los que dicen ser de izquierdas preferien apoyar a Hillary, con un trasfondo tan turbio, antes que a Trump? ¿Por qué no se esfuerzan en interesarse por lo que propone más allá de repetir como loros el tema de los mexicanos?