El eurodiputado del PP Esteban González Pons ha solicitado la dimisión de Dijsselbloem. En la comisión de Economía de la Eurocámara, Ernest Urtasun (ICV) y Gabriel Mato (PPE) le han exigido disculpas y le han sacudido con dureza. Dijselbloem se ha puesto de perfil. Incluso el líder de los socialdemócratas europeos —partido en el que milita—, Gianni Pittella, se ha preguntado públicamente si con esas opiniones Dijsselbloem tiene el perfil adecuado para la presidencia de la institución que reúne a los ministros de Finanzas de la zona euro. "No es la primera vez que Dijsselbloem expresa opiniones económicas y políticas que están en abierta contradicción con las que defiende la familia socialista", ha dicho.
El jefe del Eurogrupo, en una posición muy difícil después de la debacle del laborismo holandés en las elecciones de la semana pasada, ha explicado que el comentario en el rotativo alemán estaba destinado a explicar su punto de vista sobre la solidaridad, sin referirse a ningún país en particular. "Soy socialdemócrata y valoro mucho el principio de solidaridad en una sociedad, en Europa. Pero la solidaridad debe ir siempre acompañada de compromisos y esfuerzos", ha espetado en el Parlamento Europeo. Lejos de disculparse, Dijsselbloem ha subrayado que Europa debe tomarse "muy en serio" el cumplimiento de las reglas. Pero incluso en la bancada socialdemócrata ha recibido críticas severas: las declaraciones "representan el triunfo de la mentalidad del populista Geert Wilders", ha subrayado en una red social el eurodiputado socialista Javier López.
En medio de la incipiente carrera por la presidencia del Eurogrupo, el ministro español Luis de Guindos ha calificado de "desafortunadas" las declaraciones de Dijsselbloem. "Estoy seguro de que el propio Dijsselbloem está arrepentido de sus palabras", ha dicho hoy ante la prensa. Si lo está, no lo parecía ante la Eurocámara.
Pero no todo han sido reproches. Ningún eurodiputado de otros países ha pedido explicaciones al jefe del Eurogrupo, y Ramon Tremosa, de PdeCat, pedía más madera: "Si usted quiere criticar a España no hace falta que hable de licor y mujeres, ahí tiene los trenes de alta velocidad sin viajeros que no van a ninguna parte, los aeropuertos y las autovías sin tráfico". No ha habido respuesta por parte de Dijsselbloem. Solo sonrisas. Por ambos lados.
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