Un encapuchado ha agredido con un puñetazo a la cara a la que es directora de El Jueves,
Mayte Quílez, desde que Albert Monteys dejó el puesto en 2011. Ha sucedido en la puerta de su domicilio, cuando Quílez volvía de hacer footing. El motivo parece ser la portada del número 2033 del semanario, que satiriza la presencia cada vez más abundante de nazis en Europa.
Cuando nos hemos enterado esta mañana de la noticia, nuestra reacción ha sido de sorpresa inicial, y luego de escalofrío de espanto. ¿Cuándo fue la última vez que en nuestro país alguien vinculado a un medio recibía una paliza por una portada, sátira o información de su periódico? Ha sido inevitable remontarse a 1977 y al atentado que sufrió en su día la revista El Papus, y por supuesto a los aún recientes sucesos en París con Charlie Hebdo, de alcance mucho más trágico pero de motivaciones tristemente comparables.
En este caso, parece haberse tratado de una agresión motivada por una portada de J. Ferrús e Igor que desea una muerte poco placentera a un grupo de skinheads y denuncia la proliferación de ideas extremistas en la Europa actual, y que fue ayer muy difundida en redes.