“Los homosexuales tienen dones y cualidades que ofrecer a la comunidad cristiana: ¿somos capaces de acoger a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestra comunidad?”, dice el texto.
El documento final, que no convence a todos, será votado el sábado, sin duda con retoques.
Los obispos sí son unánimes al reservar el término “matrimonio” a la unión entre un hombre y una mujer.
En la agenda del Sínodo de la Familia también el acceso a los sacramentos de los divorciados y los métodos anticonceptivos.