No hace falta el oro de Moscú eso es una nimiedad comparado con las atrocidades de la republica democrática como las checas , los fusilamientos, los ajusticiamientos en retaguardia etc .
Cuando dices esto, demuestras que no tienes ni idea de lo que hablas o que tienes un sesgo del tamaño de Rusia, escorándote claramente hacia un lado. La República no cometió las ejecuciones de las que hablas, en tanto que tuvo nula capacidad de acción una vez dado el golpe, hasta prácticamente el 37, siendo los primeros meses de contienda cuando se da el Terror del que hablas (a diferencia del bando fascista, que está matando hasta los años 50). También puede ser que tu opinión venga formada por la historiografía franquista, ya desechada por fantasiosa, o, peor aún, por periodistas revisionistas de la actual literatura que son, cuenta menos, unos sinvergüenzas que van contra todo lo que es la deontología del historiador.
Se da el golpe, y la administración se derrumba, el ejército se licencia, etc. La República es incapaz de parar a los grupos ajenos a esta de dichos asesinatos, a duras penas conforme recuperaba el control consiguió que se celebraran juicios y no paró de llamar a la calma y al respeto por la vida del adversario.
Cito a Preston:
Sin embargo, si hubo una diferencia en los asesinatos en las dos zonas, esta yace en el hecho de que las atrocidades republicanas solían ser obra de elementos incontrolables, en unos días en que se habían sublevado las fuerzas del orden. En cambio, las cometidas por los nacionales eran oficialmente toleradas por aquellos que proclamaban estar luchando en nombre de la civilización cristiana. Naturalmente, la propaganda nacional trató de presentar los asesinatos en la zona republicana como parte de la política oficial del gobierno, es decir, bolchevismo en acción. [...] El 24 de agosto de 1936, el día después de la matanza de la cárcel Modelo, se crearon tribunales populares en un intento de tapar el hueco que había dejado el derrumbamiento del sistema de justicia y poner coto a los asesinatos incontrolados
Preston, La guerra civil española. pp. 139-140
Pero vamos, que esta visión ya la han dado autores como Ángel Viñas, en su monumental trilogía sobre la República que abarca todo el periodo documentado en todos los archivos que pudo en España, Francia, Inglaterra, EEUU y Rusia:
Ahora bien, como ha señalado Raguer (pp. 171, 178s), suele olvidarse hoy que tales explosiones de violencia no fueron de larga duración, que el Gobierno hizo lo que pudo por controlarlas en cuanto recuperó los poderes del Estado y que a partir de septiembre de 1936, por ejemplo, los sacerdotes y religiosos empezaron a ser conducidos delante de los tribunales populares y condenados a penas de prisión.
De no haberse producido el golpe, es difícil pensar, en efecto, que la violencia se hubiera desatado. El «terror blanco», por el contrario, fue consustancial con la sublevación. Como ha señalado Graham (2005, pp. 27ss) en el primer caso cabe constatar un hilo de continuidad con las tensiones políticas de la anteguerra y el abortamiento de las reformas generado por la derecha. En el segundo, la acción purificadora se dedicó a extirpar todo lo que representaba cambio económico, cultural y social y a sentar las bases para reimponer un orden que nunca hubiera debido violarse y, como tal extirpación, fue premeditada y sancionada desde la cúpula.
Viñas, La soledad de la República, pp 210-214
Contra los paseos:
En el nuevo gabinete, Prieto utilizó la influencia que ejercia en Negrín para que el cargo de ministro de la Gobernación se diera a Julián Zugazagoitia por su firme compromiso con la restauración del orden público. Junto a otro vasco, Manuel de Irujo, para la cartera de Justicia, de esta forma quedó garantizado que en España no habría juicios como los de Moscú a pesar de la persecución que desencadenaron los comunistas contra el POUM. Al tomar posesión de su cargo, Irujo declaró: "Levanto mi voz para oponerme al sistema y afirmar que se han acabado los paseos ...Hubo días en que el gobierno no fue dueño de los resortes del poder. Se encontraba impotente para oponerse a los desmases sociales. Aquellos momentos han sido superados ...Es preciso que el ejemplo de la brutalidad monstruosa del enemigo no sea exhibido como el lenitivo a los crímenes repugnantes cometidos en casa"
Preston. La guerra civil española, pp 271
Pero vamos, que puedes ir a los discursos que desde agosto lanzaban los líderes republicanos:
Por muy fidedignas que sean las terribles y trágicas versiones de lo que ha ocurrido y está ocurriendo en tierras dominadas por nuestros enemigos, aunque día a día nos lleguen agrupados, en montón, los nombres de camaradas, de amigos queridos, en quienes la adcripción a una idea bastó como condena para sufrir una muerte alevosa, no imitéis esa conducta, os lo ruego, os lo suplico. Ante la crueldad ajena, la piedad vuestra; ante la sevicia ajena, vuestra clemencia; ante los excesos del enemigo, vuestra benevolencia generosa... ¡No los imitéis! Superadlos en vuestra conducta moral; superadlos en vuestra generosidad. Yo no os pido conste, que perdáis vigor en la lucha, ardor en la pelea. Pido pechos duros para el combate, duros, de acero, como se denominan algunas de las milicias valientes -pechos de acero- pero corazones sensiblesm capaces de estremecerse ante el dolor humano y de ser albergue de la piedad, tierno sentimiento, sin el cual parece que se pierde lo más esencial de la grandeza humana.
Despacho por radio de Indalecio Prieto, 8 de agosto de 1936. Recogido en Preston, pp 243.
Pero vamos, que te puedo seguir desmontado el mito franquista de que la República era un nido de asesinos, antes y durante de la Guerra. Tu problema es que te has centrado en lo que dicen Federico, Vidal y 3 periodistas más, y ni siquiera has leído de dónde lo sacan (Bolloten y otros). Tengo a Moradiellos, Espinosa y otros guardados, pero no tengo ningún problema en sacarlos y citar de ahí también.
Tu problema principal es que no has diferencia entre Reforma y Revolución, es decir, republicanos y grupos revolucionarios, lo cual viene haciendo la historiografía desde la misma muerte del dictador fascistas. Como te he dicho ya, esta dolencia viene de que no acudes a historiadores, sino a periodistas a informarte. La República no era un ente homogéneo a diferencia del bando franquista (las órdenes de Mola en este aspecto son claras), estando además sujeta a las contingencias de la política.
Y ojo, yo estoy siendo totalmente incólume en esto, en tanto que yo no soy republicano (por lo menos no de una república de dichas características). Pero al César lo que es del César, la República española no cometió lo que tú le achacas.
Y aquí tienes un Requeté (por cierto, un tío famoso), que participó en la guerra y cuenta la diferencia entre ambas represiones: