#23 Aparentas siempre ir sobradísimo de argumentos hasta llegar al punto de reírte de los demás por simplemente opinar. Será que realmente no tienes tanta idea como dices tener, y por eso tienes la necesidad compulsiva de desacreditar de forma continuada a los demás como si no tuviéramos ni idea de nada -y de paso, juntarnos a todos en la pseudooideología socialista en la que todo vale y se enmarca desde Maquiavelo hasta Fukuyama, pasando por Marx, Hobbes o Durkheim-. Lo simplificas continuamente todo para facilitar tu argumentación, y saltar como si tuvieras un resorte escondido para decir las mismas cosas -aunque tengas que falsificar la realidad, eso es lo de menos-. En ese aspecto, me pareces aburridamente previsible.
Eso sí, he de admitir que me gusta leerte porque me da continuamente la sensación de que estás balanceándote sobre el abismo. Me intentaré explicar lo mejor que pueda: Por un lado, tiendes a ofrecernos un pseudoradicalismo que carga contra todo lo establecido, afirmando que el capitalismo no existe, ni ha existido jamás, y rechazando en todos los aspectos el sistema actual -hasta ahí vale, es medianamente respetable-. Eso sí, cuando el debate prosigue y se tocan ciertas cosas que en la actualidad siguen plenamente vigentes -la propiedad privada, la división social del trabajo, la jerarquía social, el consumo-, te descubres porque ahí eres el más prosistema de todos y eres el primero en defenderlos agresivamente -incluso tachándolos de fenómenos neutrales, cuando sólo se han desarrollado así en las sociedades occidentales, y son una excepción histórica-.
Así que te pido que no me la intentes colar con que rechazas algo de lo que está establecido, cuando en muchísimos aspectos eres el primero que busca salvar esta sociedad. La división del trabajo no es neutral, es una excepción histórica, y por tanto es un rasgo de la sociedad capitalista -¿cuántos antropólogos y sociólogos has visto en las tribus de Oceanía? ¿Es esto una casualidad histórica, y la profesionalización es simplemente voluntaria?-. Estás defendiendo la división del trabajo que creó la misma sociedad que estableció la educación obligatoria, no vale coger las cosas que más te gusten y decir que son neutrales, y cuando se tocan otros aspectos de la misma sociedad decir que ésta nunca ha existido.
Así pues, ¿Por qué te hace tanta gracia? ¿La escolarización no es obligatoria acaso, y yo no me he enterado? ¿El capitalismo no fue el primer sistema en imponerla? Si te remitieras a los origenes legislativos -mediados del siglo XIX- verías que conforme el capitalismo se expandía y metía en las fábricas a grandes masas de la población -incluidas mujeres y niños-, la educación de la sociedad se dificultó debido a que la fábrica absorbía por completo su tiempo de vida, y por ello se hicieron necesarias las escuelas públicas para que los niños pudieran ser instruidos en los valores de las clases dominantes. Un ejemplo de esto puede ser muy simple, pero creo que es bastante clarificador a día de hoy: El horario escolar. ¿No es mucha casualidad que coincida plenamente con el tiempo de trabajo de la mayoría de asalariados? ¿Crees que esto es fruto de la casualidad? -aún cuando está demostrado que los niños por la mañana no se enteran de nada, y sería mucho más coherente hacerlos entrar a las 12 o a la 1-.
Si piensas que la educación de mierda que proporciona el Estado tiene tanto de distinto con la privada -en la que según tú se desarrolla la mente y la excelencia personal-... ¿Por qué los que salen de la privada son tan o más imbéciles que los de la pública? ¿Por qué existe exactamente el mismo modelo pedagógico de autoridad, horarios, deberes y exámenes? Será que no es tan distinto, y comparten objetivos: Interiorizar valores, memorizar conceptos y combatir a toda costa el desarrollo autónomo de los individuos. Ni las públicas ni las privadas han formado jamás a personas críticas, más bien al contrario: Las personas críticas han sobrevivido a su adoctrinamiento.
Yo no tengo complejos en criticar lo existente, pero al menos no soy tan hipócrita como para actuar de falso crítico y quitarme mi disfraz de antisistema para defenderlo acérrimamente cuando toca.
A los demás os contesto luego.