Hace 20 minutos vi que aparecía en Menéame una noticia curiosa titulada "44 días desnuda frente al mundo". La curiosidad me llamó a abrir el enlace y descubrí una historia muy sádica y muy perturbadora.
La historia resumida no es otra que el rapto, tortura y posterior asesinato de una colegiala de 15 años llamada Junko Furuta, en 1989. La historia podría pasar por otra cualquiera, pero el sadismo de las torturas a la pobre chavala es lo que me ha llamado la atención (a mí y supongo que a todo el mundo).
Torturas infligidas a Junko1) Tenerla desnuda la mayor parte del tiempo.
2) Violarla todos los días, uno o más de ellos, por vagina y ano. Invitar a miembros de la Yakuza a violarla. Mas de 100 hombres la violaron un total de 500 veces. En una ocasión, 12 hombres en un mismo día.
3) Golpearla a cada momento, una vez con palos de golf.
4) Al menos una vez: Estrellarle la cara repetidamente contra el piso de cemento.
5) Varias veces: Orinarle encima, los 100
6) Fotografiar todo el tiempo las torturas.
7) Muchas veces: Antes de violarla, obligarla a masturbarse delante de sus captores o sus invitados, mientras éstos tomaban cerveza.
8) Muchas veces: Introducirle objetos en la vagina, incluyendo una botella y una barra de hierro, lastimándola.
9) Negarle el agua y la comida.
10) Al menos una vez: Al pedir comida y agua, hacerle comer cucarachas vivas y beber su propia orina.
11) Al menos una vez: Insertarle un aparato piroctécnico en el recto y encenderlo, causándole graves quemaduras.
12) Amputarle el pezón izquierdo con un alicate.
13) Una vez: Atarla de pies y manos, acostarla boca arriba, y dejarle caer mancuernas en el estómago.
14) A raíz de las graves lesiones, hacerle perder el control de los esfínteres.
15) Castigarla cada vez que se orinaba.
16) Una vez: Romperle todos los huesos de una mano a pisotones.
17) Una vez: Introducirle tijeras y pinzas para pollo rostizado en la vagina, desgarrándosela.
20) Una vez: Colgarla del techo y usarla como bolsa para practicar boxeo.
21) Una vez: Meterla varias horas en un congelador
22) Una vez: Quemarle los párpados con cera caliente.
23) Al menos una vez: Clavarle docenas de agujas de coser en los pechos.
24) Una vez: Quemarla en la vagina con cigarrillos, y en el clítoris con encendedores.
25) Una vez: Insertarle en la vagina una lamparita caliente, que se rompió adentro.
Hay fotos haciendo búsqueda por Google, aunque la calidad es más bien mala.
En respuesta a #19:
Cómo empezó todoJunko era una guapa quinceañera en 1988. Estudiante aventajada, destacaba en todas las actividades de su instituto generando el interés social correspondiente entre sus compañeros. Pero también suscitaba celos y envidias. Junko no fumaba, no bebía, no consumía drogas y por ello era vilipendiada por el sector más mafioso del instituto. Todo dentro de la ‘cruel’ normalidad del adolescente medio de un instituto de suburbio.
El salto a la excepcionalidad del crimen nació en un rechazo. Junko no tenía, no quería novio y, sistemáticamente rehuía cualquier propuesta en todo su entorno. Una de ellas fue la de Miyano Hiroshi, probablemente el muchacho más violento del instituto y perteneciente a las nuevas generaciones de la Yakuza, la mafia japonesa. Un elemento temido hasta por sus propios padres y que sucumbió a los encantos no correspondidos de Junko. Su perdición.
El 22 de noviembre de 1988, los tres escuderos de Miyano Hiroshi y aspirantes a maestros, Jo Kamisaku, de 17, Minato Nobuharu, de 16 y Watanabe Yasushi, de 17; convencieron a Junko para tener una conversación cordial con Miyano Hiroshi. Antes de que pudiera arrepentirse forzaron a Junko a subir al coche y la condujeron hasta la casa de los padres de Minato Nobuharu. Allí comenzó el infierno.
La historia completa puede encontrarse en la Wikipedia:
HistoriaEn noviembre de 1988, cuatro jóvenes (Miyano Hiroshi, 18 años en el momento del crimen; Jo Kamisaku -apellido adoptado tras su salida de prisión, de 17, Minato Nobuharu, de 16; y Watanabe Yasushi de 17) de Tokio raptaron y escondieron a Junko Furuta, una estudiante de bachillerato de su mismo instituto en la prefectura de Saitama (Misato) durante 44 días. El cautiverio de Furuta tuvo lugar en el domicilio de los padres de Nobuharu.
Para evitar una investigación policial, Hiroshi obligó a Furuta a llamar a sus padres y fingir que había huido de casa, pero que se encontraba con "un amigo" y no corría peligro. Asimismo, la extorsionó para que se hiciera pasar por la novia de uno de los chicos cuando los padres se encontraban en casa. Sin embargo, cuando se aseguró de que los padres no llamarían a la policía, abandonó el pretexto. Furuta intentó escapar en diversas ocasiones y pidió ayuda a los padres más de una vez, pero ellos no hicieron nada por temor a las amenazas de Hiroshi. En esa época, Hiroshi era un líder de la baja yakuza y presumía de poder utilizar sus contactos para matar a cualquiera que tratase de intervenir.
Según las declaraciones de los jóvenes en el juicio, los cuatro violaron y vejaron a Furuta de diversas maneras. Entre ellas, figuran la introducción de cuerpos extraños -incluyendo una barra de hierro- en su vagina, obligarla a beber su propia orina, alimentarla con cucarachas, inserción de artefactos pirotécnicos en su recto y posteriormente prenderlos, forzar a Furuta a masturbarse, amputación de un pezón con unos alicates, tirarle mancuernas al estómago y quemarla con cigarros y mecheros (Una de esas quemaduras fue un castigo por intentar llamar a la policía). La situación llegó a tal punto que, según las declaraciones de uno de ellos, "le llevaba más de una hora arrastrarse escaleras abajo para ir al baño". También señalaron que "probablemente unas cien personas" sabían que Furuta estaba allí prisionera, pero no está claro si esto significa que estuvieron allí durante el cautiverio de la joven o si participaron en las violaciones y abusos. Cuando los jóvenes se negaron a dejarla ir, ella suplicó en diversas ocasiones que "la mataran y siguieran con su vida"
El 4 de enero de 1989, Junko fue retada a jugar al Mah-Jong, saliendo victoriosa. Esto causó la ira de los chicos, quienes la golpearon con una pesa de hierro, para luego rociar sus extremidades, tronco y cara con líquido inflamable y prenderla en fuego. Los cuatro manifestaron que no eran conscientes de la condición de Furuta, la cual murió horas después a causa de un shock.
Los asesinos escondieron su cadáver en un bidón lleno de cemento, el cual fue abandonado en Koto, Tokio.
http://es.wikipedia.org/wiki/Junko_Furuta
Hay múltiples blogs sobre el tema, lo cual es normal. Parece ser que fue un caso muy sonado en Japón.
#2 Se trata de hacer un thread lo más completo posible. Para eso están las etiquetas NMS, para poner contenido de este tipo y que no afecte a determinadas personas. Cuando se pone poca información en un hilo, malo. Cuando se pone mucha, lo mismo. Quejicas.