El Caso Macastre

Cinco días más tarde, el 19 de enero, un agricultor de la zona encontró el cadáver de Rosario en una caseta de Macastre, que servía para dejar aperos de labranza, situada junto a Fuente Cuerna. La puerta había sido forzada. El hombre entró en la caseta y en el dormitorio del fondo, cuya puerta estaba entreabierta, se encontró a una chica tendida en la cama, que vestía jersey de lana grueso, jersey fino de color negro, sujetador blanco y un pantalón vaquero negro muy ceñido, cuya cremallera estaba parcialmente bajada, dejando ver parte del abdomen. También llevaba unas zapatillas deportivas y dos pares de calcetines finos en cada pie. Parecía estar dormida, pero al intentar despertarla se dio cuenta de que estaba muerta.

La guardia civil interrogó a los familiares y amigos de Rosario. Y entonces averiguaron que se había ido de casa días antes, con los otros dos jóvenes. El último día, según contó el hermano de Rosario, su padre había discutido con ella porque se había llevado algunas joyas de casa. Y a los padres no les gustaba que saliera con Francisco Valeriano, a quien consideraban una fuente de problemas.

Como los tres adolescentes tenían por costumbre irse a Catadau los fines de semana, para pasar esos días en un chalet en ruinas de la zona, en un primer momento no había extrañado su ausencia.

Pero tras hallar a Rosario comenzó una búsqueda por el monte, peinando toda la zona, aunque no se halló ni rastro de los otros dos adolescentes.

En el levantamiento del cadáver se observó que, además de numerosas pulseras elásticas de colores, Rosario llevaba un reloj digital, una cadena plateada, una pulsera, una esclava y una alianza dorada metálicas. La pulsera tenía la inscripción "Jose ♥ Rosa"; la esclava estaba grabada "J. M. Blázquez" y en la alianza había tres letras grabadas "PLF" o "FLF" y la fecha 8/5/66. También había dos notas con dos números de teléfono. Uno era de J M J -la persona que la había contratado como canguro- y el otro era de la madre de Francisco Valeriano.

Según la autopsia, Rosario había muerto tres días antes por parada cardiorrespiratoria, se dice que por consumo de drogas e inhalación de monóxido de carbono. No se comprobó si había mantenido relaciones sexuales. Frente a la puerta de la cabaña había huellas de cuatro personas adultas que calzaban un número comprendido entre un 43 y un 44 .

En el ano de Rosario se halló un líquido blanquecino similar al semen. Se enviaron muestras al Instituto Toxicológico de Valencia, que confirmó que lo era, y al Instituto Toxicológico de Madrid, que descartó que se tratara de semen.

Un detalle llamativo es que la mancha verde, un fenómeno post-mortem, estaba situada en el pecho, cuello y hombro.

Hipótesis sobre la causa de la muerte de Rosario:

La mancha verde aparece a las 24 ó 48 horas después de la muerte y se debe a la acción del ácido sulfhídrico, producido por la putrefacción de los tejidos, sobre la hemoglobina de la sangre en presencia de oxígeno, lo que origina sulfohemoglobina, de color verdoso. Los fenómenos putrefactivos suelen iniciarse al nivel del ciego -la primera porción del intestino grueso- que es la zona con mayor flora intestinal. Por ello, la zona donde se manifiesta primero la mancha verde es la fosa ilíaca derecha. Sin embargo, Rosario la tenía en el pecho, cuello y hombro.

Pero hay que tener en cuenta que en su obra "Medicina legal y toxicología", el profesor J. A. Gisbert Calabuig afirma que en las muertes por sumersión la mancha verde se inicia en la parte alta del pecho y cuello, debido a que los gérmenes que originan la putrefacción penetran por las vías respiratorias.

Con una Rosario inconsciente, ¿es posible que alguien la hubiera ahogado y después secado y vestido para simular una muerte natural? Gisbert dice que no siempre es fácil el diagnóstico de muerte por sumersión, porque los signos anatomo-patológicos macroscópicos no son suficientemente claros, ni tampoco lo son los resultados de los exámenes complementarios.

Por otra parte, los forenses destacaban que las livideces cadavéricas eran de color rosado o rojizo, es decir, más claras de lo normal, lo que es compatible con una muerte por ahogamiento en agua dulce, que ocasiona hemodilución porque grandes cantidades de agua alcanzan la sangre a través de la barrera alveolocapilar, suponemos que por un proceso de ósmosis. Entonces se produce un fenómeno de hipervolemia y hemólisis, que desemboca en una fibrilación ventricular. Esto no sucede cuando la sumersión ocurre en agua salada, en donde se fallece por anoxia miocárdica.

Por último, la presencia de un líquido sanguinolento en los orificios nasales que se observaba en Rosario también puede darse en un caso de muerte por sumersión. Citando a Gisbert Calabuig, uno de los fenómenos de valor diagnóstico es "... la presencia de un hongo de espuma que aflora por los orificios nasales y boca, constituido por una espuma de finas burbujas, difícil de deshacer, y que, en ocasiones, se encuentra ligeramente teñida por sangre."

Esto es característico de un edema pulmonar. Y los pulmones de Rosario "se hallaban ligeramente congestivos." Otro dato más, también compatible con la sumersión. Además, los pulmones, la sangre, todo tenía coloración rojo-rosácea, lo que apuntaba, de nuevo, a la hemodilución.

En conclusión, la hipótesis de la muerte por sumersión en agua dulce parece no solo interesante, sino consistente, como alternativa a la inexistente que resultó del examen del cadáver de Rosario. Lo que no comprendo es cómo los forenses, con la simple lectura de su propio informe, no formularon ninguna y se ha terminado por considerar que se trataba de una autopsia blanca.

Otras hipótesis:

Por su parte, la brigada de investigación criminal se inclinaba por la teoría de que la muerte se había producido por una intoxicación de algún tipo de veneno poco conocido que no dejara rastro alguno en el cuerpo. Por ejemplo, beleño.

El beleño es una planta herbácea de la familia de la solanáceas, ya conocida por los antiguos egipcios, Contiene hiosciamina, así como atropina y escopolamina. Produce alucinaciones y, a dosis elevadas, coma, paro respiratorio y muerte. Su nombre deriva del latín Belenus, dios galo al que se consagró esta planta, con la que los galos envenenaban sus flechas. Florece de enero a mayo, con lo que podría haber estado disponible en la fecha de la acampada de los tres adolescentes.

Los padres de Rosario no pudieron superar la muerte de su hija y ambos acabaron falleciendo. Sólo sobrevivió su hermano Antonio.

Extrañas coincidencias:

El día 27 de enero de 1989, una mano -posiblemente de una mujer- apareció sobre un banco situado junto a una marquesina de una parada de autobuses, en la gran vía Fernando el Católico, de Valencia. Al día siguiente una mujer encontró un pie amputado, supuestamente de Pilar, en el interior de un contenedor de basuras en la calle Alcàsser, de Valencia, cuando estaba buscando un lugar para aparcar su vehículo. Había sido cortado unos seis centímetros por encima del tobillo. Unas coincidencias muy extrañas. Porque no sólo aparece el nombre de Alcàsser, sino que la fecha del primer hallazgo, 27 de enero, coincide exactamente con la de la aparición -cuatro años después- de los cuerpos de las niñas de Alcàsser