Para las mentes más políticamente correctas, que hasta hace bien poco parecían ser mayoría abrumadora en Suecia, las elecciones generales del próximo domingo pueden ser el punto culminante de un escenario de pesadilla impensable un par de legislaturas atrás. El país que imaginaban, la superpotencia humanitaria que tenía sitio para todos los inmigrantes que necesitaran cobijo, independientemente del número, y que mantenía a raya cualquier atisbo de nacionalismo, ya fuese político o mediático, dejará de existir, si es que alguna vez lo hizo.
De cumplirse los pronósticos de los sondeos, las legislativas resultarán históricas. Los socialdemócratas del primer ministro Stefan Löfven serán castigados con los peores resultados de su historia, pasando del 31,2% del voto a aproximadamente un 25%, mientras que los Demócratas de Suecia (SD), nacionalistas antiinmigración y anti-UE, cosecharán un nuevo éxito que les haría subir del 12,9% en 2014 a un 19%. El SD podría incluso arrebatar el segundo puesto a los moderados (centroderecha), que descenderían del 23,2% a un 18%.
Una situación que haría realidad los peores temores de aquellos que, en 2010, cuando el SD accedió por primera vez al Riksdag, el Parlamento, con un modesto 5,7%, consideraron que, simbólicamente, se trataba poco menos que de una catástrofe. Hasta entonces, el 'establishment' sueco se enorgullecía de que, a diferencia de lo ocurrido con sus vecinos nórdicos, había logrado mantener al SD fuera del Riksdag gracias al "cordón sanitario" establecido en torno a los nacionalistas: los demás partidos se negaban a debatir con ellos, y la prensa los ignoraba por completo, hasta rechazando su publicidad electoral.
Parte del "cordón sanitario", no obstante, se mantiene. Mientras los antiinmigración son parte o principal sostén de los Gobiernos de Noruega y Dinamarca, el centroderecha sueco sigue negándose a colaborar con el SD, con lo cual las elecciones del domingo, siempre según los sondeos, darían lugar a una situación enormemente inestable. Ganaría el bloque de izquierda, pero sólo con un 41% del voto, mientras que el centroderecha, una vez enviado al limbo el 19% del SD (que le proporcionaría una clara mayoría), se quedaría con un 37%. Es cierto que los moderados de Ulf Kristersson no descartan del todo gobernar con un apoyo pasivo del SD, pero el rechazo de sus aliados centristas y liberales a esta posibilidad, que no de los cristianodemócratas, la hace altamente improbable.
http://www.elmundo.es/internacional/2018/09/04/5b8d666622601d89158b4606.html
Parece que la muletilla de "mira en Suecia que bien va" "Suecia modelo para todo" se acaba.
Me quedo con algunos datos como el continuo negacionismo de la Izquierda y Centro a negociar a hablar con otros partidos (representamos al pueblo, pero solo a los que queremos). Con el bloqueo en los medios para intentar tapar la verdad que pasaba en el país (algo mas tipico de dictaduras que democracias) y sobretodo con que aumento de la violencia, guetos, violaciones "CASUALMENTE" se haya producido con la ola de refugiados (Rapefugees welcome) y que un porcentaje tan pequeño de población sea la responsable de MÁS de la mitad de los casos.
Cuando el pais mas "progre" se cansa de los refugiados, algo debe pasar, mientras tanto aqui seguimos los españoles con la venda en los ojos esperando recibirlos con los brazos abiertos (metaforicamente porque no los queremos cerca de nosotros, si acaso para la foto de IG y poco mas)