Voy a poner mi opinión aquí, sabiendo que mucha gente está acostumbrada a pensar de otra manera (y que yo mismo pensaba de otra manera cuando era joven):
Nunca vale la pena defenderse ante un robo, porque nada de lo que te roben vale la pena arriesgar tu vida.
Cuando estaba en el instituto, aquí en Las Palmas, un chaval de un barrio chungo mató de un navajazo a otro porque le fue a robar el reloj y el otro se resistió. Algunos de esos robos de mierda acaban saliendo mal. ¿Vale la pena jugársela por un objeto material de mierda que te puedes comprar al día siguiente y que, en el caso de un bolso/cartera, lo más que te jode es tener que volverte a sacar los papeles? ¿Le valió la pena a aquel chaval defender el reloj? ¿Le valió la pena a este chaval o a la dueña del bolso todo este enredo? ¿Valía tanto un puto bolso de mierda?
Dicho esto, mucha gente se olvida de un dato importante cuando analiza la situación del chaval de esta noticia y es que el ladrón ha perdido la vida porque el otro no sabe controlar la forma de dar puñetazos o reducir a una persona de manera segura. ¿Es justo que por robar un bolso te quiten la vida? ¿Es equiparable el castigo al crimen? ¿Vale responder a la pérdida de la vida de una persona con un "pues no haber robado"?
A mí me parece que lo mejor que puede hacer uno en esas situaciones, si quieres ayudar, en vez de tirarte a correr detrás de una persona que no sabes si va armada o a la que puedes hacer realmente daño (un traspiés mismo y cualquiera de los dos puede salir mal parado), es intentar sacarle una foto por la espalda y volver a donde está la señora para acompañarla a la comisaría más próxima a presentar la denuncia y dejar que los cuerpos de seguridad, que saben reducir a una persona de manera segura y están cubiertos por su seguro para hacerlo, se encarguen de hacer su trabajo.
Yo porque no tengo hijos, pero si los tuviera, les diría "chaval, no te calientes la cabeza, si alguien te viene a robar, educadamente le das lo que te pida y vuelves a casa, que lo robado se puede reponer y nunca vale la pena un disgusto".
Nunca he tenido la necesidad de robar y he pensado que el que roba tiene que estar realmente jodido (a nivel económico, a nivel mental o a ambos niveles) y no me voy a poner a su altura como si estuviera en sus mismas condiciones y a forcejear (sin saber cómo puede acabar, porque nunca lo sabes) por algo que a mí no me hace puta falta.
Al que crea que me equivoco, que le pregunte al chaval que si volvería a perseguirlo o si le daría una palmadita a la señora en plan "estas cosas pasan, la acompaño a comisaría". Al chaval del reloj es que ni se le puede preguntar.