No os confundáis, amo España, es mi país y no lo cambiaría por ninguno.
Pero he notado un patrón que se repite mucho, sobretodo a nivel familiar. Peleas brutales por herencias que muchas veces, después de impuestos, son miseria. Incluso adversidades entre familias antes, mientras todos los mayores aún viven. No hay mejores palabras para definirlo que envidia, codicia y racanería.
Ésto no pasa en países del Segundo y Tercer Mundo y en muchos occidentales, tampoco. Tampoco pasaba aquí antes, hace 50 años, cuando las ideas individualistas y liberales empezaron a impregnar todas las capas de la sociedad.