La mayoría de países del mundo pasan, durante su etapa de desarrollo, por varias trampas de pobreza que impiden que dicho país continúe con su desarrollo.
El ejemplo más extremo es el de los países africanos, que mientras el resto del mundo ha crecido brutalmente, ellos siguen viviendo en la más absoluta pobreza.
Una vez superada la trampa de la absoluta pobreza los países no mantienen un desarrollo económico sostenido, una muestra clara son los países latinoamericanos y otros países de renta media.
Hasta el año 2008 parecía que la cosa acababa ahí, pero con la Gran Recesión y la crisis de deuda soberana de la eurozona se ha hecho patente que hay una nueva trampa de desarrollo, en la que han caído países como España, Grecia o Italia.
En el caso de España, el estado de pobreza más acentuado sucedió con la autarquía franquista, pero España pudo superarlo con el Plan de Estabilización de 1959 alcanzando un nuevo estadío de desarrollo.
No obstante el desarrollo económico es paradójico: Las mismas fuerzas que permitieron el desarrollo español de los 60 y 70 son las que permanecen latentes obstaculizando un cambio de modelo.
Como dice Michael Pettis, llega un momento en el desarrollo de un país en el que es necesario un cambio de modelo, no obstante, los grupos de presión que se beneficiaron del modelo anterior tienen incentivos a impedir este cambio. Es lo que Acemoglu y Robinson denominan "instituciones extractivas".
Resulta evidente que España está inmersa en dicha trampa. La gestión política y económica de España hace aguas por todos lados y no hay ningún signo de que la cosa vaya a cambiar. Tal y como está montado el sistema actualmente veo difícil que España cambie su modelo y supere la trampa de la renta media en la que está inmersa. Veo mucho más probable un escenario de estancamiento y decadencia.