Siempre te puedes pegar estudiando hasta los 40, luego algún cursillo de perfeccionamiento, master y, finalmente, alguna enseñanza que siempre hayas querido hacer para sentirte realizado.
Tras eso, abordar los 43 con optimismo y alegría en tu próxima vida laboral. Ir a ese campamento sociocultural tan conocido llamado INEM y experimentar con otras culturas, otras gentes, y nuevos compañeros que, al igual que tú, acuden al recinto. Has sellado tu primer cupón, pero no será el único, te llamarán un mes de estos, estate seguro.
Y llegas a los 50, y encima de no currar sigues viviendo con tus padres, que ya están delicados. Cuídalos bien hasta que te falten y comparte su pensión contigo.