El CNRI que financió a VOX con 800.00 euros en las elecciones de 2014 estaba vinculado a una organización terrorista llamada Moyahedin-e Jalq. Considerada organización terrorista por la UE hasta 2009 y por EEUU hasta 2012.
Los seguidores de un grupo opositor iraní financiaron el 80% de la campaña de las elecciones europeas de Vox de 2014, que costó un millón de euros, según tres fuentes conocedoras de las cuentas de la formación. Desde más de una quincena de países —entre los que destacan Alemania, Italia, Suiza, EE UU y Canadá— partidarios del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), una fuerza marxista-islámica en sus orígenes, enviaron durante tres meses 146 donativos a una cuenta de la formación de extrema derecha en España, según revelan las mismas fuentes, por valor de 800.000 euros.
El dinero del exilio iraní costeó la campaña del candidato de Vox a las elecciones europeas de 2014, el exdirigente del PP y exvicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras, que no se hizo con el escaño en Bruselas al obtener solo el 1,56 % de los votos (244.929). El actual líder de la formación, Santiago Abascal, ocupaba entonces el cargo de secretario general. Y participó en la campaña de 2014 como miembro de una lista que incluía también como número dos al vicesecretario de Relaciones Internacionales de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.
El caudal de fondos iraní, revelado por el EL PAÍS el pasado diciembre, llegó a una cuenta de Vox en Madrid después de que Vidal-Quadras anunciara en 2014, vía Twitter —donde tiene más de 66.000 seguidores—su intención de aspirar a un escaño en Bruselas bajo la marca de la fuerza ultra, según ha confirmado el propio político. “Algunos de los donantes eran económicamente muy potentes”, detalla. Tras el fiasco en las europeas, Vidal-Quadras abandonó el partido. Pero antes, dice que informó a Abascal de la procedencia del dinero. Los fondos de la diáspora iraní se emplearon íntegros en la campaña. La dirección de Vox ha declinado atender a este periódico.
A fuerza de rodearse de relevantes figuras políticas y cargos institucionales europeos y estadounidenses, el CNRI ha batallado en las últimas dos décadas para erigirse ante la comunidad internacional como una potente voz de la oposición iraní en el exilio. Y desmarcarse de su brazo armado, el Muyahidin-e Jalq (MJ). EE UU sacó a este grupo de su lista negra de organizaciones terroristas en 2012. El Reino Unido lo hizo en 2009. ¿Cuál era la relación de Vidal-Quadras con el exilio iraní? Durante su etapa como vicepresidente del Parlamento Europeo (2004-2014), el ex candidato de Vox participó en decenas de actos organizados por el CNRI. Visitó en 2009 el entonces cuartel general del grupo en Camp Ashraf, a 80 kilómetros al noroeste de Bagdad, la capital del vecino Irak, donde residían 3.500 milicianos. Y acudió a más de una decena de encuentros multitudinarios anuales en París bajo el lema de “Irán Libre”. Solo faltó un año para poder asistir a la boda de un familiar, afirma.
El político catalán también escribió cartas a los gobiernos para arremeter contra el régimen islámico de Teherán y firmó declaraciones conjuntas con decenas de eurodiputados para suscribir las tesis del CNRI. El excandidato de Vox sostiene que su vínculo con el CNRI se remonta a 1999, cuando aterrizó como diputado en el Parlamento Europeo. Fue entonces cuando recibió la visita del socialista portugués Paulo Casaca, que presidía un grupo denominado “Amigos del Irán libre”. “Irán no era una de mis preocupaciones, pero me pidieron que recibiera en Bruselas a la gente del CNRI y lo hice”, reconoce. Y ahí empezó todo.
¿Conocía el grupo iraní el trasfondo ultra de Vox y su posición sobre inmigración? “Sabíamos que era un partido nuevo, pero no de extrema derecha”, explica ahora un portavoz del grupo iraní en el exilio. “Yo, por mi parte, no conocía de nada a los donantes. Eran personas que no tenía nada que ver con Vox. La candidatura era yo. Eran donativos a mi persona. He ayudado a salvar muchas vidas[IRANÍ]”, indica Vidal-Quadras. El político define así su relación con el grupo iraní: “Es una masa de exiliados que me tiene como un protector. Cuando voy a sus actos, me abrazan, besan y achuchan”.
Cuando Vox presentó su campaña a las europeas de 2014, presumió de su exitosa estrategia de crowdfunding (micromecenazgo a través de Internet). La formación recaudó a través del sistema de donaciones 10 veces más que Podemos. ¿Por qué no informaron entonces de que el 80% de los fondos se nutrían de simpatizantes de un grupo iraní en el exilio? “Nadie nos lo preguntó”, zanja Vidal-Quadras.
https://elpais.com/politica/2019/01/11/actualidad/1547224673_461197.html
Vaya, a ver si Eduardo Inda, experto en Irán, investiga esto más a fondo.
¿Quién iba a decir que Vox iba a obtener dinero de islamistas vinculados con grupos terroristas?
Además, ¿Por qué Vox no quiere recibir al periódico El País?