Antes de exponer mi tema, pido respeto a los usuarios más escépticos, aquellos que busquen la burla fácil por favor se abstengan.
A modo introductorio he de decir que soy ateo, y todas estas habladurías siempre me parecieron ridículas, en muchos casos parodiadas hasta la saciedad en la televisión, por lo que siempre mi predisponibilidad ante lo que oía y veía era de risa o indiferencia.
Ahora bien, hace varios años a mi temprana edad de los 17 hasta ahora a mis 24 años, mi grupo de amigos y yo solíamos y solemos ir a un cortijo ubicado en la sierra de Madrid, (propiedad de uno de mis mejores amigos), típica casa rural rodeada de ganado bravo con paredes de piedra, tejado de pizarra y una larga tradición taurina y de servidumbre arraigada en el señorialismo de la época.
Nuestros comienzos fueron totalmente etílicos, donde nos agarrábamos las primeras borracheras y donde organizábamos fiestas ajenas a la vigilancia de la urbe, siguiendo la tradición de la familia de mi amigo donde desde tiempos inmemoriales se venían celebrando los míticos “guateques” a cargo de sus tíos.
Al principio mi amigo nos contaba historias de su padre y de la casa, donde falleció un guarda en el que llamaban cuarto amarillo (habitación para la servidumbre) y donde nos relataba que su padre realizaba psicofonías. Siempre nos reíamos de esto y lo tomábamos como anécdotas, como cualquier conversación acelerada con alcohol.
Al cabo de semanas y meses, nuestra frecuencia de escapadas a la sierra iba en aumento, y todo comenzó cuando vinieron de visita una americana y su hermano, (de una antigua estancia en USA de mi amigo). Todo fue normal, una barbacoa y luego alguna copa, en definitiva nada exagerado ya que esta gente no bebía y estaban adaptándose.
Esa noche la americana se fue a dormir a una habitación contigua al “cuarto amarillo”, cuando al día siguiente nos comenta mi amigo que sobre las 4 am, la americana golpeó su puerta totalmente histérica debido, egún decía a que alguien llamaba a su puerta y al ir a abrir no había nadie, se volvía a dormir y así 2 o 3 veces, hasta que se despertó por la música de una flauta. Mi amigo luego nos aclaró que su abuela de pequeña tenía clases de flauta, aparte de otros instrumentos ya que por esa época estaba de moda tener institutrices para la educación en la propia casa.
Al cabo de un tiempo, en enero, típico chaparrón en la sierra con granizo incluído, nos quedamos sin luz durante horas, ya que el tendido eléctrico era de lo más antiguo, lo que nos extrañó es que se quedara una luz de una lámpara del salón encendida, cuando de los allí presentes que por entonces estudiaba un fp de electricidad no daba crédito al estudiar la estructura de la casa, ya que era imposible que funcionara una sola luz aislada.
Otro caso, el que me impactó de verdad y que me hizo replantearme el tema fue, una noche de verano, preparándonos la cena en la cocina mi colega y yo, vimos en la pared el típico reloj de cerámica que es un cocinero con un cerdo dar vueltas sobre si mismo en ambos sentidos y volver a su posición original, nos quedamos en silencio durante 5 minutos totalmente blancos, quitamos el reloj y vimos que el clavo de la pared estaba bien fijado y que no era posible que cediera de esa manera el reloj.
Podría seguir contando cosas de este estilo, que me han pasado a mí y que han pasado a mas gente que ha ido por allí por parte de su hermano.
¿Pero realmente, son cosas ocasionadas por el azar o algo más?
Saludos