La mente humana es corta, muy corta, alguien coge un mapamundi, pinta unas cuantas líneas, se lía a bombazos, rellena el interior con un color, y ya se cree independiente al mundo, luego, reparte esos mapas en los colegios para que los niños lo estudien mientras se dedica a poner verjas y torres de vigilancia en su perímetro, luego se relaja pensando que esa porción de mundo es suya, crea una canción llamada himno, y al igual que todos los que estudiaron la gran mentira, de repente, se creen completamente aislados de los problemas mundiales…, luego, como animales nos “apoderamos” de esa parcela, y creemos que nadie tiene derecho a pisarla…, es lógico, somos descendientes del mono, y ellos marcan su territorio.
Por desgracia, eso no funciona así, la realidad es bastante mas compleja, atañe a todos, y todos nos vemos afectados por el panorama mundial, tarde o temprano, la ola te alcanza, y te moja quieras o no.
De hecho, importa poco, muy poco si somos o dejamos de ser racistas, si tenemos X o Y ideología, si hacemos o dejamos de hacer algo por solucionar el problema, aquí somos unos “mandaos”, nuestro poder es nulo, de hecho, el único problema es inherente a nuestra propia especie, se llama avaricia, da igual que no vayas a trabajar nunca recogiendo patatas, te jode que las recoja alguien de fuera, da igual que se hunda la seguridad social, es preferible a que vengan extranjeros para que el sistema se mantenga, da igual que en África se mueran de hambre, basta con cambiar de canal, lo tenemos fácil, muy fácil, los dirigentes se han preocupado muy mucho de ponernos muy accesibles los mecanismos para ignorar un problema, y muy difíciles, por no decir imposibles los medios para solucionarlos, eso, unido a nuestra innata capacidad de no recordar lo que no nos afecta directamente, nutren el panorama que tenemos, y llevamos arrastrando, ya desde ni se sabe cuanto.
Iluso de mi, cuando era un crío, pensaba que realmente mi generación seria la que cambiaria el mundo, desgraciadamente esos niños bienintencionados, cuando crecen, se convierten en lo que sus padres fueron, el tiempo es el culpable, hace que salgan callos en el corazón y egoísmo en las manos, lo que antes te dolía, con el paso de los días se vuelve una simple imagen que nos rebota del cerebro sin calar lo mas mínimo, lo que antes tenia sentido, se vuelve completamente secundario y ajeno, de hecho soy el ejemplo vivo de ello, no me enorgullezco, soy humano, no soy inmune a la naturaleza egoísta humana, y por tanto, jamás moveré un dedo por nadie, ni solucionare nada, de hecho tengo una capacidad innata para endosar culpas ajenas, este texto es prueba de ello, sin ese mecanismo, mi vida seria un infierno, seria consciente de que soy parte del problema, de esta forma sin embargo, puedo seguir viviendo mi mentira, sin apenas inmutarme, e incluso regocijarme en mi casa esperando que nunca cambie el mundo, y así seguir viviendo como actualmente lo hago, sin importarme que ahí fuera se estén matando por un pedazo de pan duro, solo me inquieta que algún día al levantarme, y poner los pies en el suelo, me de cuenta de que me he mojado los pies, y que la ola, haya llegado hasta mi puerta, y llegara, podéis estar seguros de ello, pero es algo que ignorare hasta entonces por completo, como dijo aquel fantástico profesor carpe diem amigos.