La falacia de la ventana rota es una de los mayores errores económicos de nuestro tiempo que se ha ido desarrollando y evolucionando hasta nuestros días.
La explicación económica de la falacia de la ventana rota procede de Frédéric Bastiat en su obra Lo que se ve y lo que no se ve aunque después fue implementada y desarrollada por Henry Hazlitt en su obra La Economía en una lección.
La falacia de la ventana rota comentada por Bastiat dice así:
Un chico algo travieso, tira un ladrillo contra la ventana de la panadería de su barrio y la destroza. El panadero sale furioso a la calle, pero el chico ya se ha ido.
Rápidamente comienza a reunirse un grupo de curiosos que observan los restos de la vidriera sobre los panes y las facturas del local. Algunos de los curiosos comienzan a filosofar acerca del hecho y expresan que, después de todo, esta desgracia puede tener su lado bueno: significará una ganancia para algún vidriero.
¿Cuánto cuesta un nuevo vidrio? ¿100 pesos? No es una suma tan importante. Además, si los vidrios nunca se rompiesen ¿Qué pasaría con los negocios de vidriería?
El razonamiento continúa. El vidriero tendrá $100 más para gastar en otras cosas y esto a su vez hará que otros gasten esos $100 y así hasta el infinito.
La "ventana rota", va a ir generando dinero y empleos en forma de espiral y la muchedumbre concluirá, entonces, que el chico travieso lejos de ser una amenaza pública, se ha convertido en un benefactor social!.
Hasta aquí la historia, pero veamos el caso desde otra perspectiva.
La multitud estaba en lo cierto al menos en algo: la ventana rota implicará más ganancia para algún vidriero, quien seguramente, se pondrá muy feliz gracias a este pequeño acto de vandalismo. Pero ¿Qué sucede con el panadero?
El panadero tendrá $100 menos para gastar, por ejemplo, en comprarse un traje nuevo.
Debido a que tuvo que reponer su vidriera, se quedará sin su traje nuevo (o cualquier otra cosa que hubiese deseado adquirir). En lugar de tener una ventana y $100, ahora sólo tiene la ventana. Más bien, como él pensaba ir a comprarse el traje esa tarde, en lugar de tener ambas cosas, la ventana y el traje, deberá contentarse con tener solamente la ventana.
Si pensamos en el panadero como miembro de la comunidad, la misma ha perdido la posibilidad de tener un nuevo traje que de otra forma hubiese existido, es decir que en este sentido: se ha empobrecido (carece de algo que necesitaba).
La ganancia que obtiene el vidriero, no es otra cosa que la pérdida que tiene ahora el sastre. Ningún nuevo "empleo" ha sido creado.
La multitud solamente estaba pensando en 2 partes de la transacción: el panadero y el vidriero.Se olvidaron de la 3a parte potencial involucrada en ella: el sastre.
Ese olvido se debe precisamente a que el sastre nunca entró en escena.
La gente verá la nueva ventana colocada al día siguiente. Lo que nunca verán es el traje nuevo, simplemente porque nunca será confeccionado.Ven solamente lo que es inmediatamente visible a sus ojos.
Esta "Falacia de la ventana rota", bajo innumerables disfraces ha sido una de las más persistentes en la historia de la economía.
Este texto ha sido extraído de El Cato.org que es un resumen de la explicación de Bastiat.
Este pretexto Hazlitt o utiliza para rebatir a Keynes con sus famosos planes de estímulo puesto que es el mayor valedor actual de tal falacia (pero no el único) y en sus propias palabras queda expuesto:
Keynes: "La construcción de pirámides, los terremotos y hasta las guerras pueden servir para aumentar nuestra riqueza, si la formación de nuestros estadistas en los principios de la economía clásica impide que se haga algo mejor".
“Es imposible, en mi opinión, para una democracia capitalista movilizar todo el enorme gasto necesario que demostraría la validez de mi teoría –exceptuando en condiciones de guerra”. La guerra es el bálsamo que toda economía necesita.
Y este es uno de los mayores pretextos a favor de las guerras por los economistas intervencionistas y planificadores, las guerras que nos traen los estados son supuestamente beneficiosas para la economía.
Este es uno de los mayores pretextos por los que el estado decide gastar el dinero para "crear" trabajos públicos y elevar impuestos a la sociedad, evitando que la sociedad pueda generar mas riqueza y gastar el dinero en lo que realmente necesita y esos puestos de trabajo "públicos" lo único que hacen es quitar los trabajos que nunca se crearán en otras áreas de la producción.
He aquí unos vídeos para explicarlo detalladamente:
La falacia de la ventana rota nos dice que destruir cosas no genera riqueza, la producción es lo que crea la prosperidad y no la destrucción.
Si tal falacia fuese cierta todos los keynesianos o valedores de tal mentira deberían quemar y destruir sus casas y reconstruirlas tantas veces como les sea posible para ver como aumentaba su riqueza, a ver cuanto les duraba.