Hoy, es el día de la república española, donde algunos, aunque nos censuren en los medios y ni siquiera nombren que este es nuestro día, nos acordamos que un día intentamos ser un pueblo democrático y moderno.
No tenemos que aguantar a una familia de chupópteros que nadie ha votado en pleno 2012. Ni hoy ni nunca.
La Primera República Española fue el régimen político que hubo en España desde su proclamación por las Cortes, el 11 de febrero de 1873, hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez-Campos dio comienzo a la Restauración borbónica en España.
El primer intento republicano en la Historia de España fue una experiencia corta, caracterizada por la profunda inestabilidad política y social y la violencia. La República fue gobernada por cuatro presidentes distintos hasta que, tan sólo once meses después de su proclamación, se produjo el golpe de Estado del general Pavía y la instauración de una república unitaria dominada por el Duque de la Torre.
El período estuvo marcado por tres guerras civiles simultáneas: la Tercera Guerra Carlista, la sublevación cantonal en la península Ibérica y la Guerra de los Diez Años en Cuba. Los problemas más graves para la consolidación del régimen fueron la falta de verdaderos republicanos, la división de éstos entre federalistas y unitarios y la falta de apoyo popular.
Con el nombre de Segunda República Española se conoce el periodo político de la historia de España comprendido entre el 14 de abril de 1931 (fecha de la proclamación de la República, en sustitución de la monarquía de Alfonso XIII) y el 1 de abril de 1939 (fecha del final de la Guerra Civil Española, que dio paso a la dictadura del General Franco). El numeral «segunda» obedece a la necesidad de distinguirlo del anterior periodo republicano, la Primera República Española (1873-1874).
Durante este periodo, especialmente durante su primer bienio (1931-1933), se llevaron a cabo diversas reformas que pretendían modernizar el país de acuerdo con su entorno europeo. La Constitución de 1931 fue la pieza clave de ese proyecto. Fue también un período convulso, cuyo acontecimiento más grave fue la revolución de octubre de 1934, cuando los socialistas llevaron a cabo una insurrección en contra del recién formado gobierno de coalición entre el Partido Republicano Radical y la CEDA. Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, el golpe de Estado del 17 y 18 de julio de una parte del ejército con el apoyo de las fuerzas más conservadoras desembocó en la Guerra Civil Española y el fin de la República.