Susana Burgos.-
La banda asesina ETA podría anunciar en las próximas horas la ruptura del alto el fuego que decretó el 22 de marzo de 2006. Según ha podido saber en exclusiva INTERECONOMÍA, la tregua-trampa podría expirar este mismo fin de semana.
Poco más de catorce meses y medio va a durar la tregua-trampa de los violentos. Casi lo que un dulce en la puerta de una escuela, a pesar de todas las cesiones y concesiones que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha hecho a la banda criminal.
Desde la liberación del etarra De Juana Chaos, hasta la vuelta a las instituciones del País Vasco y Navarra de los radicales de Batasuna, ahora bajo el nombre de ANV...por poner sólo dos de los ejemplos más indignantes. La banda siempre quiere más; nunca se da por satisfecha y por eso estaría dispuesta a poner fin al escenario que abrió el 22 de marzo de 2006, según ha conocido INTERECONOMÍA de fuentes bien informadas. Un escenario, de todas formas, que no llegó a deparar, en la práctica, ni un solo mes de tranquilidad para los españoles.
Poco después de ese 22 de marzo de 2006, los empresarios navarros, en la voz de su presidente, José Manuel Ayesa, daban cuenta de la llegada de varias decenas de cartas de extorsión en las que se les "invitaba" a participar en el proceso de paz a través de una contribución económica. El chantaje sería confirmado posteriormente por la patronal vasca. CONFEBASK también ha denunciado, en varias ocasiones, la llegada de misivas con el anagrama de la serpìente enroscada, en las que se reclama a los industriales de Euskadi cantidades medias de entre 60.000 y 70.000 euros.
En paralelo a la exigencia del impuesto revolucionario, el robo, el 23 de octubre de 2006, de 300 revólveres y 50 pistolas en la localidad francesa de Vauvert. (Muy comentada fue la reacción del presidente Rodriguez Zapatero en el sentido de que el hecho tendría consecuencias. Sin más; sin especificar qué tipo de consecuencias). El descubrimiento, a cargo de un ertzaina extrañamente libre de servicio, de un zulo en la localidad de Amorebieta con 50 kilos de amonal, detonadores, ropa y tiendas de campaña, terminó por constatar la tomadura de pelo que suponía la tregua de los asesinos. Ocurría en diciembre de 2006, el mismo mes que los terroristas eligieron para su atentado en la T-4 del aeropuerto de Barajas, que acabó con la vida de los inmigrantes ecuatorianos Carlos Palate y Diego Estacio. Con todo y pese a todo, "el alto el fuego permanente", a fecha de hoy sigue en pie, aunque, como les está contando INTERECONOMÍA, podría tener las horas contadas. Casi los minutos contados.
Susana Burgos es Directora de Informativos de INTERECONOMÍA TV
http://www.lanacion.es/content/view/2509/41/
¿Sera cierto?, pronto lo sabremos.