Eso de follar con tu mejor amiga despierta dilemas. ¿Volverá a ser lo mismo? ¿Crecerá una unión sentimental que ninguno de los dos desee?
Pero, ¿y tirarte a esa tía que te cae como el culo? Todos intentamos retozar con las que nos gustan o, al menos, las que no conocemos. ¿Pero y esas hijas de puta insoportables que te hinchan las pelotas por la razón que sea? ¿Te las tirarías para luego tener el potencial de humillarlas, aunque no lo hagas?
La situación más parecida a eso fue en mis tiempos mozos estuve a punto de tirarme a la hija de una profesora que me suspendía sin razón y cada palabra que soltaba me sentaba como una patada en los cojones, sólo para vengarme, pero al final no lo hice porque era algo que me cortaba el camino para convertirme en una excelentísima persona.
Pero las ganas se me han quedado, vaya.