Me gustaba mas que las columnas egipcias y arcos romanos, buena epoca aquella, cuando golpeabas en la cabeza a una tia para llevarla a la cueva y hacias siempre repaso de las epocas de caza y ciclos lunares lo primero.
Se las cargaron de un dia para otro sin venir a cuento.
A mí me vino genial para mejorar skills de pintura a dedo y representación. Me piqué con una hembra que conocí ahí a pintar una caza al día, sin falta.
Me gustaba su sencillez. Podría decirse que fue más bien un pre-jeroglíficos.
Muchas de las pinturas rupestres que hay son manos de mujeres en negativo... vamos que llevan colgando "fotos" suyas en el muro desde tiempos inmemoriales.
Perdona pero era a tí al que golpeaban en la cabeza y llevaban a la cueva. Por eso estás confuso (y con dolor de ano).
no aun recuerdo cuando mi madre se puso a dibujar "el clan del oso cavernario" inventandose no se qué de un terremoto blabla, un mamut se la llevó por delante... de ahí nací yo
Buenos tiempos aquellos. Yo con mi edad ya seria el anciano sabio de la tribu al que todos veneran, en cambio ahora me toca currar como un burro.
Un humilde servidor, al amanecer anterior al de ayer, estaba presente cual anonadado prestidigitador, sentado en mi yurbe, vi a un individuo al fondo de mi estrecha calle. Había vuelto el pregonero.
Instapestre se fue a la mierda con la llegada de Whatsmoke, las señales de humo aunque no van encriptadas y cualquiera podía leerlas, por lo menos las recibías en el mismo día.
Creo que es hora de romper con el mito del cavernícola maltratando a la mujer para copular con ella. En la naturaleza, todos los machos sin excepción se ven sometidos al escrutinio y selección por parte de la hembra, y es extraño pensar que en los humanos la cosa fuera diferente. Seguramente había homo sapiens sapiens, y homo sapiens betae. Y más de uno se quedaba sin pillar fijo, por mucha fuerza que tuviera. Porque perdedores ha habido siempre, en todas las épocas.
En aquella época eran clanes cognaticos. Los hombres solo eran eso. Las jefas de la cueva eran las mujeres y las pinturas una gamberrada de niños.
