El BOE de este miércoles recoge los primeros 11 indultos de 2017. Tres de ellos condenados por delitos contra la salud pública, uno por lesiones y los otros seis por prevaricación continuada. Se trata de los funcionarios y un exconcejal implicados en el caso horas extra del Ayuntamiento de Rota, por el que durante años se pagó a un funcionario, en forma de horas extra, en su nómina trabajos que el Consistorio debía haber adjudicado vía contrato, aprobados en el Consejo de Ministros del pasado viernes.
La condena tiene doble vía: dieron un contrato a un funcionario -algo ilegal- y, además, lo hicieron vía horas extra, un método totalmente irregular. La pena se rebaja, para los que tienen condenas superiores de cárcel, a dos años. Así, si el juez así lo decide, podrán evitar la entrada en prisión. Además, los indultos cambian sus condenas de inhabilitación por suspensiones temporales, por lo que no perderán sus puestos ni su condición de funcionarios.
Puyana pasa de una condena de cuatro años de cárcel a una multa y dos años; y de nueve años de inhabilitación a una suspensión temporal de seis meses
Ismael Puyana Román, exconcejal de Fiestas y Personal, pasa de una condena de cuatro años y medio de cárcel a una multa y dos años; y de nueve años y tres meses de inhabilitación a una suspensión temporal de seis meses, con lo que podrá volver a su puesto. Mismas condenas y mismo tratamiento para la funcionaria Manuela Serrano, José Manuel Caballero, director técnico del Ayuntamiento y Francisco Arjona, que era delegado de personal. Según la sentencia, ambos dieron su aprobación a estos métodos. Los tres fueron condenados, además de por prevaricación, por falsificar documentos oficiales.
El Ayuntamiento envió la petición de indulto en junio, de la que excluyó a la exalcaldesa, Eva Corrales (PP). Pero porque su petición se empezó a tramitar más tarde. En esta nueva ronda de indultos, el Gobierno sigue sin explicar en los decretos por qué los concede, algo que sí hizo en la anterior ronda de Semana Santa y que el Tribunal Supremo le ha recriminado.
Vaya puta broma, como se ríen en nuestras cara, increíble.