El Ejecutivo reconoció, en el Plan Presupuestario que envió a la Comisión Europea, a mediados de octubre, que necesitará seguir recurriendo a la “ hucha de las pensiones” para las dos pagas extra de 2017.
Como consecuencia, el Fondo de Reserva, que a cierre de 2015 contaba con 32.481 millones, se quedará en 13.500 a finales de este año 2016. Con esa cifra, deberá afrontar un ejercicio, el de 2017, en el que el Gobierno estima que el déficit de la Seguridad Social será del 1,4%.
Teniendo en cuenta que el PIB ascenderá a 1,157 billones, la desviación superará los 16.000 millones. O, dicho de otra manera, el Fondo se quedará en números rojos y no podrá completar, al menos por sí solo, las mensualidades y las extras a partir de 2018.
Solo está garantizada la extra de esta Navidad
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social se constituyó para tener un remanente de dinero con el que pagar las pensiones contributivas en caso de necesidad, por ejemplo, en períodos de crisis.
Para evitar que se quedara a cero o que se usara de golpe, se estableció un límite. Sólo se puede utilizar el equivalente al 3% del gasto anual destinado a la financiación de las pensiones contributivas y de su gestión, es decir, alrededor de 3.000 millones al año.
Ante esa circunstancia, el Gobierno de Rajoy decidió en 2012 dejar en suspenso esta norma y hasta ahora, la mayoría absoluta del PP en el Congreso le ha permitido saltarse este tope desde entonces.
Esto significa, por ejemplo, que la extra de Navidad del próximo diciembre sí está garantizada, porque se encuentra prevista en las cuentas públicas de 2016 y el Gobierno podrá disponer de unos 9.000 millones del Fondo de Reserva para cumplir con los pensionistas.
Se necesita un pacto para la paga del próximo verano
El límite del 3% volverá a aplicarse desde comienzos del próximo año, cuando entren en vigor los nuevos Presupuestos para 2017. Por tanto, el problema que se avecina al Gobierno con las pensiones es que necesita ahora una mayoría parlamentaria que le “autorice” a ampliar esta medida más allá de enero.
Así las cosas, el pago de la extra del próximo verano depende, a día de hoy, de las negociaciones del PP con el resto de grupos en el Congreso, en busca de esa mayoría.
La última vez que se recurrió a la “hucha de las pensiones” fue el pasado mes de julio, cuando Empleo dispuso de 8.700 millones para hacer frente a la doble paga de junio: la ordinaria y la extra.
Las negociaciones han comenzado con urgencia
El horizonte que se presenta para el Gobierno a corto plazo es incierto. Las fuentes a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital explican que el PP ya ha comenzado a negociar la prórroga con PSOE, Ciudadanos y PNV. No pasa por alto que dispone de apenas seis meses para sacarla adelante. De ahí que deba ser consensuada con urgencia.
Por ello, el Ejecutivo ya ha planteado la necesidad de convocar un nuevo Pacto de Toledo para que los partidos decidan, como en otros países europeos, que la caja de los impuestos aporte ingresos al sistema y que se reduzcan prestaciones no contributivas, para así asegurar su viabilidad.
El PSOE anunciará que votará en contra
Después de que el Gobierno utilizara en julio “la hucha de las pensiones” para abonar la paga extra de junio y las retenciones por IRPF, el saldo actual ronda los 24.000 millones, esto es, un 37% de lo que el PP encontró cuando llegó a La Moncloa en 2011.
El PSOE está decidido a votar, en la Comisión del Pacto de Toledo, en contra de que el Ejecutivo pueda disponer más allá de ese 3% anual que establece el funcionamiento del propio Fondo de Reserva.
Además, a día de hoy, los socialistas aseguran contar también con el apoyo a esta posición del PNV y del Partido Demócrata Catalán (antigua Convergencia), por lo que el PP se encuentra en minoría en el Parlamento, solo con Ciudadanos y Coalición Canaria, para dejar sin efecto esa limitación.
bueno, empezamos la diversión, está claro que esa extra se pagara, pero todo tiene un límite y ya estamos llegando a el.