Un mundo donde la innovación y la renovación no paran es el de las golosinas. Los niños quieren sabores nuevos, texturas nuevas, artilugios para comer golosinas nuevos...
Esta dinámica lleva a la aparición de golosinas que marcan un hito en esta industria, y que consiguen quedarse en el mercado.
Yo recuerdo 2 especialmente:
1- Peta Zetas. ¿Quién habría pensado que un polvo que apenas sabe a algo más que azúcar, y que hace ruido al mojarlo, iba a triunfar?
2- Fini Boom. ¿Quién iba a pensar que un caramelo tan fuertemente ácido que llegaba a ser desagradable, iba a triunfar?
Todavía recuerdo esas competiciones a meterse Fini Boom en masa en la boca. Me metí 20 duros de Fini Boom, y cuando terminé de comérmelos, se me había despegado la piel de los carrillos...