Google ha acordado pagar casi mil millones de euros para resolver sus contenciosos fiscales con el fisco francés, que lo acusaba de haber cometido irregularidades en el impuesto de sociedades entre 2011 y 2014. La decisión, confirmada tanto por el gigante de Internet como por las autoridades judiciales y políticas francesas, ha sido celebrado por estas últimas como un “acuerdo histórico” que marca un “cambio de época” y mentalidad de las plataformas digitales, hasta ahora reacias a pagar impuestos en los países donde hacen negocios pero no tienen apenas presencia física.
“Creo que asistimos a un cambio de época, que es el resultado de los esfuerzos de Francia por incluir el tema de la tasación de los gigantes digitales en la agenda internacional”, celebró el acuerdo el ministro de Acción y Cuentas Públicas, Gérald Darmanin, en entrevista con el diario Le Figaro. París ha sido el principal impulsor de una tasa Google internacional y logró un compromiso al respecto durante la reciente cumbre del G7 que organizó en Biarritz incluso con los países más reticentes, como Estados Unidos.
Para arreglar su diferendo con Francia, cuya fiscalía financiera abrió hace cuatro años una investigación sobre sus cuentas, Google ha acordado pagar 500 millones de euros en materia de sanción administrativa, confirmó la propia fiscalía en un comunicado. El instrumento adoptado es lo que en Francia se denomina “convención jurídica de interés público”, un mecanismo que, desde la aprobación en 2016 de la ley de transparencia, lucha contra la corrupción y la modernización de la vida económica, permite que la fiscalía y a empresas o asociaciones imputadas por corrupción o ciertas infracciones fiscales lleguen a un acuerdo sobre una suma de dinero a pagar por el ente investigado. Así, el afectado evita un proceso y, por tanto, que pueda ser declarado “culpable” de algún delito. En este caso, el acuerdo acaba con la posibilidad de que la investigación contra Google derivara en un proceso penal, explicó la fiscalía.