La primera huelga general conjunta de los dos principales sindicatos griegos, que representan a la mitad de los cinco millones de trabajadores del país, se convirtió ayer en un barómetro del apoyo real que el Gobierno socialista de Yorgos Papandreu tiene entre la ciudadanía a la hora de acometer el plan anticrisis para recortar el déficit (12,7% del PI y la deuda pública (300.000 millones de euros).
Dos grandes manifestaciones han llenado el centro de Atenas, con especial fuerza de los trabajadores comunistas, que no dan tregua al Gobierno del primer ministro griego. Una pancarta de la Unión de Empleados Civiles (ADEDY) rezaba "Decimos no a la austeridad y al desempleo", que roza el 10% y puede duplicarse, según reconoce el propio Ejecutivo socialista.(L O L)
Cuanto tiempo nos queda para acabar asi?¿