GUIA DEFINITIVA PARA QUE TU CLIPPER PERDURE ETERNAMENTE
Todo fumador ha tenido al menos una vez en su vida experiencias con un mechero clipper. Odiados por muchos, amados por otros tantos, el clipper es un recurso bien apreciado para todo fumador de tabaco, e indispensable para quien lo fuma aliñado. Compañero inseparable de aventuras y ciegos que siempre nos presta su llama sin pedir nada a cambio, y al que desgraciadamente no se le suele prestar mucho cuidado, remplazándolo por otro nuevo a la mínima de cambio (Piénsalo, ellos no lo harían).
Por eso hoy, vamos a aprender cómo tratar a nuestros clippers para que sigan lustrosos y eficientes durante mucho tiempo.
EL MECHERO CLIPPER
Los clippers son un tipo de mechero que funciona con gas butano. Existen muchas series distintas de clippers con distintos gráficos, tamaños, colores y materiales, siendo por excelencia el mechero más dinámico y versátil que se puede adquirir.
Aparte de la gran variedad de tipos que tiene, es un mechero muy apreciado por varios factores:
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Precio: Normalmente se suelen encontrar entre 1€ y 2€ (Dependiendo del tipo de clipper) lo cual los hace baratos y atractivos, pero también rápidamente sustituibles si falla.
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Piedra extraíble: Tanto para prensar el tabaco de liar, el cannabis o las hierbas de herbolario. El echo de que la piedra sea extraíble también permite que se pueda sustituir por otra de una manera rápida y cómoda.
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Recargables: La gran mayoría de los clippers incorporan una válvula en el fondo del mechero (Algunos no pueden recargarse al no incorporar esta valvula) para poder recargarlos una vez el gas se agote.
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Diversidad: “Para gustos los colores”. Hay mil y un clippers distintos, así que si no has encontrado nunca un clipper que te guste, es que no has buscado suficiente.
Y es por estos motivos por los que los mecheros clippers son tan populares y gozan de buena reputación. Pero, ¿Y los contras? ¿Acaso no tienen ninguna pega?
Si las tienen. Por norma general, un clipper sin un mantenimiento adecuado suele durar hasta que se agota el gas o la piedra no produce suficiente chispa como para crear la llama, siendo desechado o relegado a adorno perpetuo en cualquier estantería cuando llega ese momento. Pero todos hemos tenido alguna vez algún clipper que funcionaba fabuloso, o al que por alguna razón le tenemos más aprecio que a otro mechero cualquiera, y es por eso que propongo con esta guía la revolución clipperiana, donde ningún mechero tiene por que quedar inútil y cojiendo polvo.
Si quereis que vuestros clippers duren más que vosotros mismos, pongámonos manos a la obra!
MANTENIMIENTO DE UN CLIPPER
Para empezar, necesitamos una serie de materiales básicos para poder darle una nueva vida a nuestros clippers y que gozen de buena salud:
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Bote de gas para recargar: (Entre 1,50 a 3€) Se encuentran fácilmente tanto en estancos como en tiendas de todo a 100. El precio variara según el establecimiento donde lo compréis. En la tapa de estos botes suele venir un juego de boquillas para distintos tamaños de válvulas a la hora de recargar, aunque seguramente no useis ninguna nunca más que la que ya viene en el propio bote.
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Piedras: (Entre 0,25 a 0,80€) Se compran en el estanco. Son recipientes pequeños que suelen traer 10 piedras.
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Cutter, cuchillo o algún objeto con punta: Podeis comprar un cutter en cualquier todo a 100 o coger el cuchillo de pelar patatas de la cocina. El único requisito es que tenga la punta afilada.
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Clipper: Lo más importante, el clipper que queremos revivir.
Una vez tengamos todo, pongámonos manos a la obra.
PROCESO DE MANTENIMIENTO
Lo primero por lo que empezaremos, suponiendo que el clipper no tiene gas es recargarlo. El tiempo medio de recarga suele ser entre 5 a 7 segundos con el bote presionando sobre la valvula. Para recargarlo, siempre lo haremos con el clipper bocabajo y nunca alreves o inclinado, pues el gas se escaparia.
En ocasiones, según retiramos el bote de gas de la valvula, esta pierde gas. Es normal que la valvula se quede atrancada sin llegar a cerrarse completamente cuando se recarga un clipper. En estos casos lo que haremos será volver a introducir el bote en la valvula y retirarlo enseguida. Con estos conseguiremos que la valvula selle adecuadamente y el gas deje de escaparse. Si no funcionase a la primera, repetir hasta que el gas no se escape.
De momento tenemos el clipper con gas, pero, ¿por donde continuamos? El siguiente paso es la piedra.
Sacamos la piedra del clipper y desenroscamos el muelle que tiene en la parte baja. El muelle hace presión a la piedra y la empuja hacia arriba para que entre en contacto por el rascador. Comúnmente se piensa que los clippers cuando no dan llama y tienen gas tienen la piedra demasiado gastada, pero en ocasiones también influye la suciedad que hay en el rascador. Por eso vamos a dejar la piedra como nueva otra vez.
Lo primero es ponerle una piedra nueva. Tan simple como introducir la piedra en el cilindro y volver a enroscar el muelle. Podemos hacer algo mas de presión en la piedra estirando ligeramente el muelle para que haga mas fuerza hacia arriba, aunque esta opción suele gastar las piedras el doble de rápido.
Si no tuvieseis piedras nuevas para cambiar, otro truco es darle la vuelta a la misma. Cuando la piedra de un clipper tiene cierto uso coje una forma cóncava en el sentido en el que la araña el rascador. Dándole la vuelta a la piedra conseguimos que la parte que rasque sea otra vez la plana, alargando algo más la vida de esa piedra.
¿Y ya está? No. Aún nos queda por limpiar el rascador.
El rascador es la rueda metalica con estrías de la parte superior de la piedra. Se encarga de hacer friccion contra la piedra y crear la llama. Es una de las partes es las que menos repara la gente, pero es tan importante como todas las demás. Si el rascador tiene suciedad entre las estrías, la friccion que hace es mucho menor, y por consecuencia, el echo de que el clipper no haga llama no es causa directa de la piedra, si no que puede ser por la suciedad del rascador.
Para limpiarlo, cojemos un cutter o algún intrumento punzante e iremos estria por estria quitando la suciedad que se acumula, pasando la punta con filo horizontalmente por cada franja.
Una vez que hemos terminado con todos los pasos, volvemos a montar el clipper. Al principio la piedra ira bastante dura hasta que empiece a rascar mejor y coja la forma cóncava.
Y listo! Nuestro clipper funcionara como el primer dia y gozara otra vez de sus días de gloria y uso intensivo y seguirá acompañándonos en mil una aventuras arropándonos con su calurosa llama.
TALLER DE LOS MANITAS
Echandole un poco de imaginación, se pueden hacer muchas cosas con clippers para personalizarlos o darles otro uso. Aquí un par de ejemplos:
Mechero con cinta aislante negra recortada (MV de MediaVida)
Mechero vacio con tapon extraíble para guardar cositas (¿Alguien dijo hachis?)
Sed creativos y experimentar. Aveces los mejores clippers son los que tienen nuestro toque personal.
A si que ya sabéis, cuidad vuestros clippers, dadles amor, comprensión, una higiene semanal y serán vuestros mejores compañeros por muuuucho tiempo.