Uno de mis amigos, desde el colegio, es negro y nacido en España, desde cierta edad se comenzó a fijar que ciertas personas reaccionaban con él de manera muy diferente al resto del grupillo que somos blancos.
Cuando me lo comentaba, me jodia muchísimo imaginar lo que era sentirse violentado porque presupongan conductas desagradables, o directamente delictivas, por tu aspecto. Que un chaval se bajará del bus y mi amigo ocupará el asiento y la señora de al lado cambiará el bolso de lado, cuando con el chaval blanco de antes no lo hizo, o la policía de noche solo lo cacheara a él de seis chavales que eramos en varias ocasiones, es una conducta repugnante.
Y aunque esto no es ni lejos tan jodido como lo que vivió, y vive aún, me resulta del mismo modo repugnante que gente defienda la criminalización de colectivos en pos de la «sensación de seguridad».
Todos vamos más en tensión de madrugada caminando solos, simplemente hay menos gente por la calle y es más fácil cometer delitos sin ser visto, pero joder que esto no es Siria, a ciertos grupos les encanta que vivamos con miedo porque le sacan muchísima rentabilidad.