Yo voy un poco a rachas, pero no porque le haya perdido la ilusión o las ganas sino más bien por una serie de factores que han cambiado desde que era niño hasta ahora.
El más claro y principal es la falta de tiempo, antes una vez terminadas las clases entre semana viciar como un cabrón y los fines de semana con los amigos repartido entre fútbol, dar una vuelta por el barrio y viciar como cabrones, pero en grupo. Ahora tengo suerte si puedo echar un par de horas a medio día o por la noche después de cenar para viciar un rato.
Otro factor bastante importante es la oferta de ocio. De niño muy limitada, estaba la televisión, los amigos y el barrio, un poco más adelante con los inicios de internet ya empieza a ampliarse. Ahora la oferta es inconmensurable y no doy a basto, se multiplica la oferta de series, libros, cómics, películas, música... Y todo mucho más fácil y rápido, olvídate de eso de dejar el eMule toda la noche bajando 4 mierdas, abre Netflix, Spotify, HBO... Mis listas de cosas pendientes no hacen más que incrementarse.
En la adolescencia y primeros años de universidad es donde noté más el bajón de ganas, quieres hacer otras cosas como salir, beber, conocer nueva gente, etc. Aún así siempre queda algo, recuerdo con mucho cariño el volver de fiesta a las 5 de la mañana con los amigos, ir a casa del que ya se ha independizado joven y jugar borrachos como un lemur al Fifa, Tekken, o cualquier juego multijugador local sin apenas saber que botones pulsas, risas aseguradas.
Una vez que te echas una novia más seria y relajas un poco el ritmo fiestero, vuelve con fuerzas. Empieza también a ser más común el online, lo que se une a que el grupo de amigos del barrio se ha ido independizando y mudando, aquí el online hace de punto de conexión para el grupo y con las nuevas amistades de la universidad.
Entre medias, van surgiendo otras cosas que te crean picos de jugar. Cuando estas empezando con la novia o incluso antes con el tonteo hay pico descendente, las épocas de exámenes también son picos descendentes, algún otro hobbie como en mi caso los TCG (Yugioh!) te suelen ocupar una parte del día (Viernes por la tarde torneo y luego salimos a cenar y de fiesta) o cuando hay algún evento (El mes que viene hay regional en tal ciudad y vamos a pegarle fuerte para prepararlo, nos vamos el finde por allí a jugar y ver un poco la ciudad y el domingo a última hora para casa).
A día de hoy juego lo que mi tiempo y otros hobbies me permiten, lo que sí he notado es el cambio de a que juego. Antes me gustaban muchísimo los de 1 jugador con tropecientas cosas que hacer, ahora casi siempre es multiplayer online. Pero, claro, antes si quería ver a los amigos iba un par de calles más arriba y ale, ahora casi todos con pareja estable y algunos con hijos... es bastante más complicado hacer eso, sin embargo te metes a discord a echar unos Rainbow, Rocket, o el juego que sea en ese momento y puedes hablar de como ha ido el día, como está la parienta, la niña, el trabajo, etc. Por otra parte, los de un jugador ya no son lo mismo, un juego al que le eche 50 horas me puede durar un par de meses, la falta de continuidad hace que pierda interés, ya no busco juegos largos sino cortos para poder abarcarlos mejor, los juegos ya no te sorprenden tanto porque llevas un vagage mucho mayor (Como último ejemplo FarCry 3, llevaba años en mi lista de pendientes y hace poco decidí darle aprovechando que tenía vacaciones, a mitad del juego se hace un poco cuesta arriba otra isla más o menos igual que la anterior, vuelve a hacer lo mismo otra vez... No se si lo acabaré o lo terminaré dejando por otro juego que me ofrezca algo distinto).
En resumen, como tantos otros hobbies, va por rachas de tiempo e interés concreto en ello.