Pues eso compis foriles, después de las elecciones del 25M, el mapa europeo ha quedado completamente desdibujado y el panorama político basado en los partidos de corte tradicional ha cambiado en prácticamente todo el continente.
Dejando de lado la obviedad de que TODOS los partidos tradicionales en TODOS los países han pagado el precio de la crisis, no deja de ser curiosa la amplia fuerza que han cogido los partidos y movimientos que apuestan por una deseuropeización, entendiendo que parte del pastel se lo han llevado los partidos que apuestan por devolver competencias a los estados y dar marcha atrás al proceso de una Unión Europea fuerte y centralizada.
La victoria del UKIP en el Reino Unido, con la propuesta “estrella” de un referéndum para salir de la UE o la entrada con fuerza del Frente Nacional de Le Pen son buenas muestras de ello. En el primer caso, se ha usado el argumento de la masiva inmigración europea al país anglosajón (propuesta que por cierto, afecta a España como país de emigrantes europeos) y en el segundo caso, se apuesta por la suspensión del acuerdo de Schengen que permite la libre circulación de personas en todo el espacio europeo.
En el resto de países donde los partidos anti-Europa han ganado posiciones (como Finlándia, Itália o España) las propuestas van más enfocadas a restarle poder de decisión a Bruselas y devolver cierta soberanía a los estados miembros.
En mi opinión, creo que es bastante evidente que la irrupción de estos partidos políticos se debe principalmente a la ignorancia y a la desinformación ciudadana (de hecho y parafraseando a Churchill, el mejor argumento contra la democracia es una conversación de 20 minutos con el votante medio) ya que está más que demostrado que la inmigración ha favorecido y favorece a medio y largo plazo a todos los países receptores y en el caso de los que se quejan de la imposición de medidas punitivas (especialmente de carácter económico) en su gran mayoría ha servido para regular un sistema carcomido y podrido como podría haber sido el caso español, griego o italiano.
En cualquier caso, siempre he pensado que el espíritu europeísta y la construcción de una UE unida y fuerte a todos los niveles correspondía a los jóvenes, principalmente a aquellos que hemos podido disfrutar de primera mano de las ventajas de formar parte de un organismo supranacional, que nos ha permitido y permite formarnos laboral y académicamente fuera de nuestra fronteras y entender así las realidades de los diferentes países para llegar a la conclusión de que realmente, el proyecto común europeo solo tiene ventajas.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Hacía donde creéis que va o debería ir Europa? ¿Han sido estas elecciones un síntoma tardío de la crisis económica o más bien un primer paso hacia la deconstrucción de la Unión Europea?