Es la prueba viviente de que todos tenemos un precio.
Yo no dudo de su profesionalidad, y creo, a riesgo de equivocarme, que los evidentes errores que ha cometido sirviendo de figura de autoridad en la materia para tranquilizar eficazmente a la población ha sido provocado por presiones políticas.
Lamentablemente será la cabeza de turco del gobierno... al fin y al cabo ya han ido allanando el camino para eximirse de responsabilidades. Lo peor es que nunca sabremos su postura profesional real en los días clave previos al estado de alarma