Caselles:
Hace algun tiempo, paseaba por Torrevieja en busca del regalo perfecto para un amigo que cumplia 29 años.
Con un presupuesto muy limitado entré en una ferreteria en la cual venden, a parte de tornillos y copias de llaves, espadas y recreaciones de armas de la Segunda Guerra Mundial.
Cual fue mi sorpresa, al encontrar entre imitaciones del anillo de Frodo un Mjölnir, a tan solo 16 €. Este simbolo tiene una gran historia. Todo se remonta a las antiguas Eddas de la Mitología Escandinava.
Thor era el dios temible de la tormenta, hijo primogénito de Odin, soberano de los dioses, y de Jord, la diosa de la tierra. Desde pequeño destacó por su fuerza y su tamaño y, aunque de buen corazón, era tozudo e irascible. Su ira era temible y su odio mortal, pero a pesar de su carácter siempre ayudaba a quien se lo pedía si sus intenciones eran nobles.
Gobernador del trueno, el relámpago, los rayos, el buen tiempo y las cosechas, le convertían en el dios de la fertilidad para el campo. Viajaba en un carro tirado por dos cabras surcando el cielo. Su padre mandó construir para él un martillo mágico, llamado Mjölnir, que era indestructible y tenía la propiedad de volver como un boomerang después de ser lanzado, de manera que nunca se extraviaba y regresaba mágicamente a sus manos después de haber cumplido su misión. Ningún ser vivo podía sostenerlo a no ser que fuese digno.
Canalizaba la habilidad de Thor de controlar los elementos de la tormenta, le permitía abrir puertas tridimensionales y de transformarse en forma humana, proporcionándole, también, el poder de volar. Thor, armado con esta poderosa arma, se convirtió en un gran guerrero. Era el dios protector que libraba una terrible guerra contra todas las fuerzas hostiles, especialmente los gigantes de hielo y nieve del Norte. Y Mjölnir, en manos de Thor, se convertía en una de las armas más poderosas y destructivas del Universo.
Se le consideraba un dios protector de los humanos a quienes defendió de los ataques de Trolls y gigantes y se hizo tan popular que aparece en infinidad de nombres y lugares, y su símbolo, el martillo, era llevado como amuleto incluso en los tiempos cristianos, cuando los artesanos hacían indistintamente martillos de Thor o cruces de Cristo.
Solían invocarle para pedir protección, recuperar la salud, mejorar las cosechas o alcanzar la justicia. En momentos en los que reinaba la paz, el martillo se utilizaba para solemnizar matrimonios y se convirtió en el símbolo protector de las parejas casadas.
En fin, tras un incesante babeo en el cristal que protegia el Mjölnir, me dispuse a irme de alli ya que todo lo que habia, siendo increible, se salia de mi limitado presupuesto, pero jure que volvería a llevarme ese Mjölnir... algun día....
Pasadas unas semanas, consegui ahorrar los 16 € y con paso decidido fui a la tienda, pero cuando estaba cerca, contemple atónito como los operarios asfaltaban la calle, los establecimientos estaban cerrados. ¡Maldición! Llevaba semanas esperando ese momento, que debía demorarse. El rotulo permanecia encendido a causa de un temporizador automatico, sin embargo, las rejas de la tienda estaban bajadas, y a traves del cristal era imposible vislumbrar el mas minimo atisbo de actividad en el interior.
Desolado, y sin clases de Noruego (la profesora estaba en paradero desconocido) me fui a mi casa, me fui de fiesta de cumpleaños, vi como dos amigos se pedian matrimonio, cante Gangrena (del diario de patricia) un par de veces en el karaoke, etc. Pero en todo momento pensando en ese Mjölnir que se me había escapado.
A la mañana siguiente (usease, hoy), me levante temprano, aun con la resaca, y me dirigí sin mas dilación a la tienda donde había contemplado mi preciado tesoro. Al llegar, la tienda estaba abierta.
Entre muestrarios de navajas y cuchillos de caza, me dirigí a mi Mjölnir, que todabía permanecia tras el cristal, aun con restos baba y vaho... en el muestrario contiguo, el dependiente ordenaba unas navajas suizas marca "Victorinox" y exclamo un gran y caluroso saludo.
Yo le dije "Hola, queria comprar esto, el martillo de Thor" y guiandome por el numero del muestrario dije a continuacion "El numero 18". El dependiendo respondió "Un momento" se metió tras el mostrador y saco otro colgante.
Tras avisar al dependiente, y que este se cercionase de su error, sacó el auntentico Mjölnir, que reposaba en el interior de una bolsita negra de terciopelo. Tras confirmar el precio de 16 € saque mi vieja cartera Adidas que alguien me regalo años atras y empuñe un billete de 20 €.
Tras darme el cambio y coger el ticket, abandone la tienda feliz. Y fui corriendo a mi casa, no podia esperar a que llegara el ascensor, a si que subi por las escaleras. Al llegar a mi casa, saque el Mjölnir de la bolsa y me lo pusé.
Ahora soy muchisimo mas feliz, es simbolo de mi futura Odisea en Noruega, donde espero quedarme para siempre. El día que me marche sera grabado en el reverso del Mjölnir, como simbolo de mi hazaña y mi par de huevos (o innata estupidez, segun como querais verlo)
http://img50.imageshack.us/img50/3281/x1pppqpzd7n2qxnjingahugwa3.jpg
Es similar a ese, pero con una especie de rubí en la cabezera en el centro de un pentáculo.
Soy tan feliz...............
RESUMEN : Que me he comprado un Mjölnir en una ferreteria de Torrevieja y que soy muy feliz.
pd: Esto es para mi, lo que para vosotros es comprar un Domokun, pero menos friki y mas sentimental.
