Estoy aquí a estas horas de la mañana porque (a parte de estar aburrido) me tengo que ir a currar.
Es precioso eso de trabajar y tener por encima tuya un jefe que no tiene ni puta idea de nada y aún así siempre te dirá cómo o qué tienes que hacer.
Bien yo trabajo en un banco programando para una empresa subcontratada, en pocas palabras soy consultor.
Mi jefe del banco es una persona amable, simpática, ronda los 50 años, etc, pero hay un detalle que le hace especial: "ES UN PESADO"
Siempre está con la misma pregunta: ¿Qué tal chicos?
Y todos respondemos al unísono como niños en la escuela: Bien...
Es siempre la misma historia, pero hace menos de un mes algo cambio.
Si antes era cansino ahora lo es más, debido a un cambio de sala y que desde su mesa en una diagonal de 65º me ve a mi todo el puto día.
Ya no sólo es el "¿qué tal chicos?" ahora es él: "mira a ***** (mi nombre) que bien se lo pasa desde que le cambiamos de sala"
Ya no recuerda esos dos meses de horas extras saliendo a las 12 de la noche, no.
Ya no recuerda que no me levantaba ni para mear, no.
Estas dos ultimas semanas me ha intentado machacar, acojonar y putear, pero ayer, ayer fue le dí donde más le duele.
Básicamente le vacilé con que no hacía nada porque no tenía trabajo, tras una de sus frases: "mira a ***** que bien se lo pasa".
Las risas inundaron la sala en la que estamos por mis compañeros de empresa.
El pitorreo estaba servido, ya teníamos nueva cabeza de turco.
Pero tener en cuenta que el jefe siempre es el jefe y por mucho que nos joda, el siempre tiene las de ganar.
Hoy a las 10:00 tengo que presentarle una aplicación que no he hecho y que no he visto en mi vida.
Y hoy sólo es el comienzo de lo que me espera, si antes era pesado... ahora será cabrón.
Sin más dilación se despide el consultor más dicharachero.
pd: Contar vuestras historias