Por qué hombres ‘hetero’ tienen sexo con otros hombres.

Urien

No les llame gais, llámelos heterosexuales flexibles. Están tan seguros de su identidad que no les importa de vez en cuando experimentar cosas diferentes

Sí, ha leído bien: hombres que tienen sexo con otros hombres y no son homosexuales. Resulta más habitual de lo que algunos puedan pensar. La cosa es bien simple: un hombre heterosexual conoce a otro (en un bar, a través de una red social de contactos, da igual cómo) y deciden darse un revolcón. Es más, lo encuentran satisfactorio. Después, cada uno sigue con su vida perfectamente hetero, sin que el encuentro les haga dudar de su orientación. ¿Qué mueve a algunos varones a estas prácticas? Y, ¿por qué es incorrecto catalogarlos como gais?

En nuestros días, la aceptación de la diversidad sexual es mucho mayor que en el pasado. “A medida que hay una mayor tolerancia todos salimos un poquito de nuestros armarios”, sostiene Joan Vílchez, psicólogo clínico, psicoterapeuta y sexólogo. “Hombres que no acaban de sentirse muy satisfechos pueden tener la ocasión de tener relaciones con otras mujeres, con un hombre o probar ciertas prácticas que en otros tiempos estaban más censuradas”. Para Juan Macías, psicólogo especializado en terapias sexuales y de pareja, “conceptos como heteroflexible o heterocurioso están permitiendo a los hombres explorar su sexualidad sin necesidad de cuestionar su identidad como heterosexuales”. Por otro lado, Internet facilita el contacto, que puede ser virtual o físico.

A los especialistas les parece lo más natural del mundo, parten de la premisa de que una cosa es la orientación sexual de un individuo y otra las prácticas que este lleve a cabo. “La orientación sexual”, explica Macías, “está construida socialmente, son categorías rígidas y excluyentes, con implicaciones que afectan a la identidad individual y social”. Forzosamente, uno debe encajar en alguna de estas tres clasificaciones: heterosexual, homosexual o bisexual. En cambio, “la práctica sexual es más flexible y más libre, es un concepto descriptivo. Se abre un espacio tremendamente sano en el que la exploración del deseo se libera de la identificación con una orientación sexual”,explica Macías.

Es tan natural que viene de lejos. Que un hombre emparejado con una mujer tuviera un amante no era inusual en la antigua Roma. Por no hablar de las que se montaban en las bacanales. Y jóvenes de todas las épocas han recurrido a pasatiempos de difusa carga sexual. “En la adolescencia es bastante común que haya juegos de cierta genitalización: a ver quién mea más lejos, a ver quién la tiene más grande, hay tocamientos…”, indica Joan Vílchez. “No dejan de ser incursiones homosexuales, pero todavía predomina el modelo heterosexual y se realizan desde la transgresión propia de la juventud”, señala el psicólogo.

Un nuevo modelo: SMSM

En 2006, un estudio sobre la discordancia entre comportamiento sexual e identidad sexual realizado por investigadores de la Universidad de Nueva York (EE UU), halló que 131 hombres de los 2.898 analizados admitían tener relaciones con hombres pese a definirse como heterosexuales. En opinión de los expertos, representaban a un 3,5% de la población. Desde hace años, los médicos emplean las siglas HSH para referirse al conjunto de hombres (heteros o gais) que tienen sexo con hombres. Pero, recientemente, ha aflorado otro acrónimo más preciso para definir a este grupo: SMSM (straight men who have sex with other men, hombres hetero que tienen sexo con otros hombres). Portales web como Straightguise.com están consagrados a abordar el tema.

El pasado julio se publicó en EE UU el libro Not gay: sex between white straight men (No gay: sexo entre hombres blancos heterosexuales), en el que la profesora Jane Ward, de la Universidad de California, se hacía este planteamiento: una chica hetero puede besar a otra chica, puede gustarle hacerlo y aun así se la sigue considerando hetero; incluso su novio puede animarla. Pero, ¿pueden los chicos experimentar esa fluidez sexual? ¿O besar a otro chico significa que son gais? La autora cree que estamos ante un nuevo modelo de heterosexualidad que no se define como lo opuesto o la ausencia de homosexualidad. “La educación de los hombres ha sido bastante homofóbica. Se les ha hecho creer que es antinatural tener esos impulsos hacia otros hombres”, explica Joan Vílchez.

Probando, probando

Las motivaciones, como es lógico, son múltiples. El perfil más extendido es el del explorador sexual: aquel a quien le gusta probar cosas nuevas. “Experimentar una relación homo le resulta novedoso, y aunque le gustase no podríamos decir que es homosexual, sino que le gusta esa práctica”, dice el doctor Pedro Villegas, médico de familia y sexólogo. El psicólogo Joan Vílchez comparte esa idea. “Está muy de moda la bisexualidad, y en realidad todos somos bisexuales: si cierras los ojos te costaría identificar quién te está acariciando, si es un hombre o una mujer. No hay un hombre que sea cien por cien homosexual ni cien por cien heterosexual”, sentencia.

Otra de las causas es cierto desencanto con las mujeres, frecuente después de algunas rupturas matrimoniales. Joan Vílchez lo explica: “Cuando una pareja heterosexual está en crisis es habitual que algunos hombres sientan que no se entienden con las mujeres, que son incapaces de llevarse bien con ellas y es como que miran para otro lado. Se produce una especie de regresión, se vuelve a un estadio anterior en el que con los hombres se sentían bien juntos, como en la adolescencia. En muchos casos es una necesidad afectiva que sexual real”.

De hecho, para este especialista, a veces estas relaciones eróticas esconden una necesidad de afecto que el hombre no está acostumbrado a expresar: “En los hombres hay mucha tendencia a genitalizar. Entre la cabeza y los genitales tenemos el corazón, que representa los sentimientos, y las tripas, que simbolizan los comportamientos más viscerales y las emociones más intensas, y es como si los hombres hubiéramos aprendido a hacer un baipás: pasamos de la cabeza directamente a los genitales sin acabar de vivir las emociones. A las mujeres, por tanta represión de su sexualidad y miedo al embarazo, les ocurre lo contrario: les cuesta mucho genitalizar. Para un hombre a veces es más fácil hacer eso que descargar emociones más sutiles o decirle a otro hombre: ‘Es que me siento inseguro, tengo miedo, me siento débil, no sé lo que quiero”.

El impulso narcisista

Entre los hombres heteros que se acuestan con hombres también hay muchos narcisistas. “Es aquel a quien le gusta que se fijen en él. Se da mucho en los gimnasios: le agrada despertar admiración y no le importa que provenga de hombres o mujeres”, apunta Eugenio López, psicólogo y sexólogo. Otros simplemente tienen ganas de ligar y acuden a garitos gais de sexo duro porque piensan que allí les resultará más fácil.

Hay hombres heterosexuales que se enrollan con hombres porque les gusta; otros, porque no les queda más remedio: pensemos en aquellos privados del contacto con mujeres durante largas temporadas (¿eran gais los protagonistas de Brokeback Mountain?) “El ser humano se rige por sus pensamientos”, razona Eugenio López. “Y si cree que está perdiendo su sexualidad por la falta de una mujer, puede reafirmarla con otro hombre. Suelen empezar con un simple roce”.
Si no hay conflicto, no hay problema

Algunos de estos nuevos heterosexuales han podido sentir este tipo de impulsos en el pasado y no se han atrevido a dar el paso. “Luego llegan circunstancias de la vida que se lo ponen ahí en bandeja y deciden vivirlo, pero eso les genera un conflicto porque por una parte les proporciona placer pero por otra amenaza un poco su estatus y su imagen: ‘¿Soy o no soy?’, se preguntan”, comenta Joan Vílchez. También pueden sentirse confundidos aquellos que llegan al SMSM por la carencia de una figura paterna positiva en su infancia: “A veces, para reforzar su masculinidad, se integran en actividades ‘de hombres’ (fútbol, gimnasio) o tienen contactos sexuales con otros hombres, aunque lo que buscan es sobre todo comprensión y cariño”, agrega Vílchez. Los psicólogos están de acuerdo en que su intervención sobra, siempre que estas experiencias no provoquen un conflicto en el sujeto. “Si a él no le está fastidiando, ahí no hay nada que tratar”, concluye Pedro Villegas.

Fuente: El Pais

Habida cuenta del debate que genera en mi FB no me resisto a ponerlo aquí para que todos nos tiremos de los pelos un poco.

Basicamente aquí cabe aquel "si sales de fiesta y te comes una polla no pasa nada" de una forma fulgurante. De hecho fue leerme el artículo y acordarme de lo que dijo Calboten automaticamente.

No voy a abrir la veda sin antes dejar mi opinión al respecto, claro.
Me parece increiblemente interesante como a medida que crecen las diferenciaciones en materia sexual, social y relacional necesitamos acuñar nuevos términos para dar cabida a todas ellas en un entorno cada vez más y más plural. Tanto es así que la Anarquía Relacional es el último concepto que trata de explicar como hay personas (un servidor) que establecen relaciones tan variopintas como granos de arena hay en la playa, es decir, el modelo avanza tan rápido que no da tiempo a explicar un tipo de relación cuando nace otro que necesita su etiqueta. La Anarquía Relacional al final te dice "a tomar por culo, lios por todas partes, de todas las formas, colores y sabores", no deja de ser divertido definirte como algo indefinible.

En materia sexual pasa exactamente lo mismo. No hay más que entrar en Fetlife (https://fetlife.com ) y hacerse un perfil, una de las preguntas habla de tu orientación sexual y tu género. Si esperais una elección fácil estais equivocad@s. Tienes que pararte a leer e incluso usar la wikipedia para identificar alguno de los términos. Lo más impactante es que resulte que no eres un profundo heterosexual al uso como creías que eras.

En resumen. Vivimos en una sociedad que no para de crecer y necesita definirse para sentirse cómoda (ya sabeis, la necesidad de encajar y buscar a tus semejantes) pero lo hace a un ritmo inabarcable, lo que no deja de ser extremadamente interesante.
Son buenos tiempos para la experimentación social y los posicionamientos sexuales más insospechados.

Sin más. Ya podeis llamar maricón a todo el mundo.
Que corra la sangre.

4
Pitufooscuro

Heteros que se acuestan con hombres... Nadie a pensado que tal vez sean bi?

39 1 respuesta
allmy

WAT?!

3
1 comentario moderado
Hipnos

Hay muchísimos mas bis que homosexuales, el tema es que muchos prefieren contentarse con solo una mitad y dejarse de rollos raros.

Petterrr

http://www.mediavida.com/foro/feda/ladies-os-gusta-os-coman-ojal-497751#4

Calboten, siempre un adelantado a su epoca

1
SrFreak

Estoy con #2, puede que sean simplemente bi, o bi curiosos.

Krosita

Pero si ya lo dijo Calboten, no es nuevo.

Un dia te comes una polla y no pasa nada.

13 1 respuesta
B

Los habrá que se dejen dar por culo antes de leer este tochazo.

1
SasSeR_18

Heterosexual: [persona] Que siente atracción sexual por personas de sexo distinto al suyo.

A lo mejor tienen relaciones con otros hombres y no les gusta,sin atraccion, otra forma de ser hetero y hacer eso no hay xdd

1 respuesta
Akiramaster

Yo lo he intentado, pero ni me gustan los hombres, ni la estimulación anal me resulta una décima parte del placer que me da el pene.

Vikingr

"Los maricas del futuro, se llamarán a sí mismos heterosexuales flexibles"

-Iosif Stalin.

31
E

#8 echo de menos a Calboten ;( me reía con sus posts. Donde estará...

josemi20

6
Aguiluxo

Unos tienwn sexo con hombres y otros con gordas. Problem?

dranreb

26 1 respuesta
AS7UR

No se en tu pueblo, pero en el mio los llamamos bisexuales (aunque maricon, puto, gay, sarasa, tambien)

garlor

quiza ellos no se consideren homo/bisexuales por solo follarse a algun tio de vez en cuando, eso no significa que desde mi punto de vista si lo sean

no se qual es la definicion "cientifica" de la homosexualidad/bisexualidad, pero vamos que yo diria que entran en ella

#16 nadie dice que pase nada, pero que despues digan que son heterosexuales pues como que es para reirse

1 respuesta
Vireca

#18 Rae; Bisexual:

adj. Dicho de una persona: Que alterna las prácticas homosexuales con las heterosexuales

Osea, son bi, no heterosexuales flexibles

evening0

Pensaran que en la guerra cualquier agujero es trinchera.

M

Occidente se va a la mierda

5 1 respuesta
Vitov

Lo que hay que leer para no ser bi u homo sexual.

SrFreak

#10 Técnicamente hay quienes definen y defienden que el heterosexual es el que solo puede enamorarse de personas del sexo opuesto. Pero como la identidad sexual ahora mismo tiene más terminología que una enciclopedia médica, vete tu a saber. Cada día encontramos nuevas formas de etiquetar.

Sombrita

Otra moda estúpida para llamar a los bi de forma cool.

4
Y

Si eres hetero -> solo se te levanta con tias

Si se te levanta con tios -> No eres hetero

FIN

3
nizku

Gays que no son gays, ajam.... ¿que será lo próximo mujeres que son hombres?

Oh wait...

4
fraJiscow

gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaays

D

¿Y qué problema hay? Lo que hagan dos (o más) personas en la intimidad, mientras no dañen a terceros, no es asunto nuestro.

Pasa que en Hispañistán la libertad sexual todavía nos viene grande.

4 5 respuestas
nic098765

#28 Nadie dice que no lo hagan, lo que se comenta es que si un hombre se considera heterosexual y tiene practicas homosexuales probablemente sea bisexual, no "heterosexual flexible".

1 1 respuesta
Notch

No sé de qué os sorprendéis.

1 1 respuesta

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