El arrendador retira el anuncio tras recibir muchas críticas: «No pensaba que iba a causar tanto revuelo, necesitamos un inquilino más para poder pagar este alquiler tan alto»
«Se alquila sofá en Ibiza por 375 euros». El anuncio que publicó un joven en Facebook desató la polémica. El post recibió multitud de críticas por parte de los usuarios de la red social, quienes reprocharon al arrendador el precio que ofertaba e incluso le insultaron y amenazaron. Comentarios que obligaron al chico, abrumado por la repercusión que había tenido su escrito, a retirar el post. Una muestra más del gran problema que existe en la isla en torno a la vivienda.
«Se alquila sofá en un amplio living/comedor en un edificio con muy buena ubicación (centro), una muy buena vista desde el balcón. Lavarropa, cocina, y piscina en la terraza. Somos tres personas, los tres trabajamos, queremos achicar gastos y mantener la tranquilidad que se respira en el apartamento. Buscamos a alguien con trabajo o muy tranquilo, que no frecuente fiestas y con buena onda. Queremos poder mantener nuestros hábitos alimenticios y de descanso. Se puede alquilar por semana o mes». Así especificaba Agustín Castello, como publicó El Español, los requisitos para poder optar a compartir casa con él, su novia y otra persona más por 375 euros al mes.
«El alquiler en la isla es altísimo, pagamos 1.500 euros. Es muy caro en comparación con lo que cobramos», cuenta Agustín a LAS PROVINCIAS. El piso, situado en el municipio de San Antonio en la isla pitiusa, tiene comedor, cocina, dos habitaciones, un cuarto de baño y un balcón. «Necesitamos un nuevo inquilino y lo único que podíamos ofrecer era el sofá. Si alguien estaba interesado, bien, y si no, pues no pasaba nada. Una persona me llamó, le dije que viniera a ver la casa y que podríamos hablar del precio. A nosotros nos alquilaron el apartamento sin poder ver con antelación en las condiciones en las que se encontraba», añade.
«Los que mantenemos en funcionamiento Ibiza somos quienes trabajamos aquí y la mayoría vivimos igual, conozco chicos que viven en terrazas. El problema es que nadie se queje más por los alquileres que se pagan en la isla. Es triste que tengamos que llegar a este punto, pero nosotros no somos los culpables de poner esos precios tan desorbitados». El joven, que llegó a finales de junio a Ibiza para trabajar con su novia desde Argentina, alucinó con la cantidad de insultos y críticas que recibió en Facebook después de publicar el anuncio: «Me dijeron cosas muy feas, que era un estafador y un hijo de puta, que me iban a denunciar... Ha sido una historia muy loca y decidí borrar el post para evitar más problemas».
El plan de Agustín y su novia es trabajar en Baleares para poder ahorrar y costearse un viaje para conocer España y, si pueden, recorrer después Latinoamérica. Desde hace poco él está sin empleo, ha trabajado los últimos meses en hostelería pero al carecer de un nivel de inglés alto sus opciones laborales se reducen, de ahí la urgencia por encontrar un nuevo compañero de piso. «Hemos hablado y he decidido irme yo al sofá y poner en alquiler una cama en una de las habitaciones. La situación es terrible».
Es el mercado, amigos. Hay que construir más para satisfacer la demanda y que el precio se equilibre, por supuesto.
La saturación turística que engulle toda la vivienda en una isla abarrotada, está haciendo que los españoles currelas, esos a los cierto sector dice defender tanto, alquilen sofás y balcones (si esto no es ridículo ya de por sí) por este precio desorbitado. ¿Qué sacamos en conclusión del sistema productivo turístico? Que solo beneficia a comercios y a especuladores, a los muertos de hambre como nosotros no nos soluciona nada.