http://pixingbcn.blogspot.com/
Hay cosas en la vida que ponen de una mala hostia tremenda. Cuando lo absurdo, lo arbitrario, lo ESTÚPIDO, trata de envolverse de una presunta pátina de legitimidad para justificarse consigue provocar un grado de sulfuración inigualable. La última es la vergonzosa iniciativa de unas piojosas perroflautas que consideran el hecho de mearse en la puta calle un derecho a conquistar por el feminismo.
Ladran contra el Ayuntamiento, contra los propietarios de bares y contra el género masculino por la sencilla razón de que la Naturaleza y su propia costumbre las inclinan a mear agachadas. Tócate los cojones. Sostienen que mear de pie es machista y que la escasez de WCs públicos en las calles no es sino la última maniobra del macho opresor, que pretende humillarlas obligándolas a mostrar el potorro pingando de orín. Hay que estar enfermas, pero muy enfermas, o ser muy putas, muy reputas, para considerar que evacuar la vejiga contra la pared del vecino es un modo legítimo de protesta. Braman como ñúes por el "derecho a hacer nuestras necesidades fisiológicas en un espacio limpio", y lo hacen meándose en tu puerta, hamijo.
No contentas con aullar a la luna, han lanzado una campaña a través de Internet para hacerse oír. Valiente época vivimos en la que cualquier hijo/a de la gran puta usa la red para sus oprobiosos fines de mierda.