Proponen prohibir viajes de avión que se puedan hacer en menos de 3 horas en tren. Se basan en el impacto medioambiental de este tipo de vuelos frente a alternativas de movilidad más sostenibles.
El debate se ha planteado en, por ejemplo, los parlamentos holandeses y franceses.
Francia es un país muy centralista y su capital absorbe mucho peso político y económico por lo que es común que ciertos perfiles laborales tengan que desplazarse a París. Además su oeste y norte del territorio es muy llano, lo que facilita la movilidad en tren.
En caso de Holanda, la parlamentaria Suzanne Kröger propuso la cancelación de la ruta aérea entre Bruselas y Amsterdam por razones climáticas.
La activista adolescente sueca Greta Thunberg se niega a tomar aviones. La huella de carbono que provoca este medio de transporte choca frontalmente con su lucha contra el cambio climático.
La etiqueta #IStayOnTheGround (me quedo en tierra) que ha impulsado la propia Greta Thunberg registra el creciente movimiento en contra del uso del avión por sus consecuencias negativas en el medio ambiente.
Fuente: https://verne.elpais.com/verne/2019/06/18/articulo/1560871541_569093.html
Como sabéis, el mapa físico del estado español dificulta la inversión ferroviaria. Aún así, no existe una intención de fomentarla sino todo lo contrario: se han ido abandonando las estructuras ferroviarias por razones políticas y, encima, la fiebre injustificada por la alta velocidad solo agravó la delicada situación del resto de trenes.
El transporte de mercancías siempre ha tenido un peso desmedido en los camiones cuando se debería haber delegado una parte importante en los trenes.