Reportaje sobre el caso del programa 60 minutos (EiT: Iñigo Cabacas, un año después
Cientos de personas homenajean a Iñigo Cabacas un año
después en el lugar en el que recibió el impacto mortal
En el mismo lugar en el que Iñigo Cabacas cayó herido de muerte hace justo un año por el impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza, luce hoy una placa metálica que rinde tributo a su memoria y recuerda lo que pasó para que nunca más se repita una «barbarie» como aquella. Rodeada por decenas de flores y velas, la colocación de esta pequeña placa fue sólo uno de los muchos gestos que la familia y la cuadrilla de 'Pitu' quiso tener con el joven aficionado rojiblanco en el primer aniversario de su muerte. Y no estuvieron solos. Cientos de personas desafiaron al frío y a la intermitente lluvia para participar en un cálido y emotivo homenaje en el callejón de María Díaz de Haro, en el que no cabía un alfiler.
Las lágrimas y los abrazos inundaron la calle en la que Iñigo recibió el impacto de la pelota de goma en la cabeza. Han pasado 365 días desde la fatídica carga policial que sucedió al partido entre el Athletic y el Schalke 04, pero la principal reclamación de sus amigos y allegados desde entonces sigue siendo la misma que se haga justicia y se condene a los responsables de lo ocurrido. De hecho, la palabra justicia fue la más repetida durante un homenaje en el que también se escuchó algún cántico contra la Policía. «Te quitaron tu sonrisa con una carga brutal y desproporcionada, pero también nos la borraron a todos nosotros», confesó la prima de Iñigo con los ojos empapados y haciendo grandes esfuerzos para conseguir articular dos frases seguidas.
Los familiares de 'Pitu' ocuparon un lugar central en el acto y fueron los encargados de leer los discursos, que en general hicieron hincapié en que, un año después, todavía no existen responsabilidades judiciales directas. Manuel Cabacas, el padre de Iñigo, se mostró muy crítico con el «abandono» de las instituciones -sobre todo durante los cuatro días en los que su hijo permaneció en coma en el hospital de Basurto antes de morir- y aseguró que uno de los peores momentos durante este tiempo ha sido escuchar al actual director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, calificar de «accidente» lo ocurrido.
«Cómo se cambia la forma de pensar en tres meses», dijo Manuel, en referencia a las críticas que el propio Gabirondo hizo, nada más acceder al cargo, a la gestión del caso por la consejería de Rodolfo Ares. «Como dijo Bielsa, ya sé con quién no puedo contar y quién no me va a ayudar», recalcó, acompañado por su mujer Fina. La familia insistió en que, más allá de las peticiones de perdón, lo que de verdad quieren es «justicia» y «garantías» de que algo así no volverá a suceder. «No puede volver a pasar. Con uno ya vale», sentenciaron.
«Morir como un perro»
Manuel tuvo palabras de agradecimiento y lanzó besos a todos los que se acercaron al callejón. Pero quiso tener una mención especial a una chica de Málaga que ayer acudió al homenaje y que, hace un año, sostuvo en sus brazos a Iñigo y «no le dejó morir en el suelo como un perro» poco después de recibir el pelotazo.
Al homenaje, que comenzó con la elaboración de un mural con graffitis con la imagen de 'Pitu' y en el que se repartieron bertsos y ofrendas florales, se sumaron también representantes políticos e institucionales del Ayuntamiento de Bilbao. Acudieron, entre otros, el alcalde, Iñaki Azkuna, y varios concejales del consistorio vizcaíno y la portavoz de EH Bildu en el Parlamento vasco, Laura Mintegi. También estuvieron presentes los jugadores del Athletic Gurpegi y San José, así como José Ángel Iribar.
Fuente: El Correo
La autopsia confirma que la muerte de Iñigo Cabacas
fue provocada por un pelotazo
La distancia a la que fue disparada la pelota será difícil de determinar, aunque todo apunta a que pudieron ser pocos metros
La autopsia practicada al cadáver de Iñigo Cabacas, el joven vizcaíno herido en los altercados registrados la noche del pasado jueves en Bilbao tras el partido entre el Athletic y el Schalke 04, confirma que su muerte fue provocada por un pelotazo, según ha podido saber EL CORREO.
Los primeros datos extraídos del informe forense indican que Cabacas, de 28 años, presentaba una contusión en la cabeza compatible con un proyectil del tipo de una pelota de goma como las que utiliza la Ertzaintza como material antidisturbios reglamentario. El impacto le causó una fractura en el cráneo que desencadenó una hemorragia y, finalmente, la muerte. La distancia a la que fue disparada la pelota será difícil de determinar mediante la autopsia, aunque todo apunta a que pudieron ser pocos metros.
Iñigo Cabacas murió el lunes por la mañana en el hospital de Basurto, donde se debatía entre la vida y la muerte desde la medianoche del jueves cuando ingresó con un "estallido craneal" de pronóstico muy grave. Tanto sus amigos, que le acompañaban mientras festejaba el triunfo del equipo rojiblanco en el callejón de María Díaz de Haro, como testigos aseguraron que el seguidor del Athletic resultó herido durante la carga de la Ertzaintza. Varias llamadas habían alertado a la Policía de que una persona estaba herida por una pelea. Cuando llegaron al lugar las primeras unidades de la Policía autonómica fueron recibidas con el lanzamiento de vasos y otros objetos, lo que fue respondido con una carga de pelotas de goma.
Fuente: El Correo
Fallece el joven herido tras los incidentes del
Athletic-Schalke
Iñigo Cabacas Liceranzu sufrió un edema cerebral que la familia atribuye a la carga realizada por la Ertzainza, que está investigando lo sucedido
Iñigo Cabacas Liceranzu, el joven de 28 años que resultó herido el jueves en unos incidentes ocurridos en Bilbao tras el partido de fútbol Athletic-Schalke 04, ha fallecido hoy tras no poder superar el edema cerebral que le había llevado a estar en las últimas horas en coma.
Los familiares insisten en que fue un pelotazo de la Ertzaintza "a menos de 20 metros" la causa de las gravísimas heridas sufridas por Iñigo. Por eso siguen recabando testimonios en internet que les ayuden a demostrar que su amigo no estaba involucrado en ningún altercado, sino que fue la víctima inocente de una «brutal actuación policial". La Policía autonómica, por su parte, sigue investigando los hechos.
Según la versión oficial hasta ahora, la Ertzaintza recibió «varias llamadas» alertando de la presencia en las inmediaciones de la herriko taberna de Indautxu de una persona «semiinconsciente y sangrando de la cabeza». Varias dotaciones policiales se dirigieron al lugar, donde un grupo numeroso les recibió «lanzándoles botellas y piedras, por lo que los agentes utilizaron material antidisturbios para dispersarlos». «No está claro -sostienen desde Interior- si las lesiones se deban a un pelotazo o si se trata del herido del que se informaba en las llamadas».
Fuente: El Correo
AVISO: Boquete hace referencia a lo que Osakidetza ha indicado que es una "fractura craneal por estallido con importantes lesiones cerebrales". Aparece en las otras noticias que he colgado.
«Mi hijo tiene un boquete en la cabeza», dice la madre del joven herido en Bilbao
Familia y amigos culpan de las graves lesiones a un pelotazo de la Ertzaintza, mientras Interior asegura que «no está claro» y ha abierto una investigación
«Mi hijo tiene un boquete en la cabeza. ¡Qué más quiere que le diga! ¡Le han abierto un boquete!». Josefina, la madre de Iñigo Cabacas Liceranzu no encuentra consuelo. Y mucho menos una explicación al estado en que se encuentra su hijo, herido el jueves en los incidentes que tuvieron lugar en el centro de Bilbao, tras el partido que enfrentó al Athletic con el Schalke 04. Desde entonces, el joven, de 28 años, se debate entre la vida y la muerte. «El paciente persiste en su estado de coma, intubado y conectado a ventilación mecánica. Sin cambios importantes en el resto de constantes. Persiste el pronostico muy grave», dice el parte médico de esta misma mañana del hospital de Basurto.
«Los médicos nos dicen que hay que esperar. No quiero ni pensar en que se muera», reflexiona en alto el padre. «Igual le tienen que inducir el coma para que el cerebro no se inflame más», cuenta Manuel. Algo más entero que su esposa, el hombre enmudece un segundo para volver a hablar, de su único hijo. «Como para cualquier padre, es un chaval modelo. Es sano, deportista, le encantan las olas (el surf), jamás ha estado metido en líos de política». Que quede bien claro. Dentro del dolor que le consume, Manuel Cabacas recalca este aspecto para negar cualquier intento de vincular a Iñigo con ambientes radicales y la 'kale borroka', dado que los incidentes ocurrieron junto a la herriko taberna de María Díaz de Haro.
Manuel Cabacas regenta un bar en Licenciado Poza, la calle donde se festejan las victorias de 'los leones'. Porque sabe lo que ocurre en las jornadas de partidos calientes, decidió que lo mejor era no abrir el negocio. «Prefiero ganar menos a tener problemas», comenta a EL CORREO. Guiado por un sexto sentido, el hombre no cejó en 'sermonear' a su hijo: «Le dije 'Iñigo, cuidado. Es un día difícil. Sé lo que pasa, hay gente que calienta el ambiente y luego se lía, así que en cuanto veas jaleo, para otro lado'». Después de los consejos, el hombre y su esposa se encaminaron a Laredo para disfrutar de la jornada festiva. La premonición acerca de que en un «encuentro de alto riesgo» puede pasar algo se hizo realidad en los primeros minutos del Viernes Santo cuando los amigos «de toda la vida» de Iñigo les llamaron para decirles que el joven estaba en Basurto.
Con la consciencia perdida
Al otro lado del teléfono, Javi López les contó por encima lo que había ocurrido. Él fue con Iñigo al hospital y él clamó a la Ertzaintza para que llamara una ambulancia porque su amigo, tumbado en el suelo, con la consciencia perdida, chorreaba sangre por la cabeza. El bilbaíno Javi y los basauritarras, Iván Repes, José Antonio Aja y Koldobika Gutiérrez son de la cuadrilla del joven herido.
Tras el partido, los cinco habían quedado en María Díaz de Haro. «Es una buena zona de bares, pero para nosotros no tiene ninguna connotación política. Estábamos en la calle, junto a la herriko taberna. A eso de las once y media, vimos cómo dos tipos discutían y se peleaban, pero nada del otro mundo. No le dimos importancia. Un cuarto de hora después, llegaron varios furgones de la Ertzaintza, un despliegue importante. Varios de nosotros -relata Iván- les dijimos que no pasaba nada, pero nos retiraron y empezaron a disparar pelotazos. En ese momento, hubo gente que tiró botellas. No estaban en nuestro grupo, pero les pedimos que no lo hicieran para que no se liara más».
Pero se lió. «La gente comenzó a dispersarse por donde podía. Con nosotros estaba una chica, estaba muy nerviosa, lloraba, e Iñigo trataba de calmarla. Cada uno corrimos por donde pudimos», añade Iván. Minutos después, Koldo vio a una persona en el suelo y pidió una ambulancia sin saber quién era el herido. José Antonio sí se apercibió de que se trataba de su amigo. «Le vi sangrando por la zona de la oreja. Fui a un ertzaina, le pedí una ambulancia y me puso hasta arriba de porrazos. Voy a poner una denuncia», anuncia el joven al tiempo que muestra la fotografía de sus piernas llenas de hematomas y el parte médico que acredita sus palabras.
Mientras una chica utilizaba una bufanda rojiblanca para empapar la herida de la cabeza, Javi sacó valor y se dirigió a otro agente: «¡Que venga una ambulancia!», gritó. «Estaba insconsciente, le daban convulsiones, espamos», recuerda, todavía muy impresionado.
Versión de Interior
Los cuatro jóvenes están convencidos de que una pelota de goma es la causante del estado en que se encuentra su amigo. Y no dudan en calificar de «injustificada y desproporcionada» la actuación policial. «Fueron decididos a hacer daño. Estábamos en una especie de plazoleta que hay junto a María Díaz de Haro. Disparaban pelotazos a menos de veinte metros», aseguran.
El Departamento vasco de Interior ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido. Según la versión oficial, la Ertzaintza recibió el jueves «varias llamadas» en las que se comunicaba que había una persona herida, «semiinconsciente y sangrando de la cabeza», en la calle María Díaz de Haro, «junto a la herriko taberna. Cuando varias dotaciones acudieron al lugar, un grupo numeroso de personas lanzó botellas y piedras contra los vehículos policiales, por lo que los agentes utilizaron material antidisturbios para dispersarlos». El portavoz de la Policía autónoma añade que después tuvieron conocimiento del traslado de un herido al hospital. «No está claro si las lesiones se deben a un pelotazo disparado por un agente en esos disturbios o se trata del herido del que se informaba en las llamadas iniciales hechas a la Policía vasca», señaló.
Fuente: El Correo
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Pero que cojones pasa con la Ertzaintza ultimamente?! Hace poco con Xuban en la huelga, ahora esto. Que diran, que tambien se cayo? Luego hablaran de odio irracional...