He encontrado esta noticia en Menéame y me ha parecido que puede generar debate por estos lares:
Una app para dar consentimiento sexual ha levantado la polémica, todo un ejemplo de que no puedes simplemente añadirle “i” a cualquier cosa y esperar el éxito.
El caso de la “manada” es uno de los más horrorosos que se recuerdan en España; la supuesta violación de una mujer de parte de cinco hombres durante San Fermín es el tema más comentado de la actualidad, normalmente con una mezcla de repulsa y costernación.
En concreto, el caso está sacando a la luz un problema muy común en casos de violación: que la víctima está siendo más juzgada que los supuestos violadores. De hecho, una de las decisiones del juez más polémicas hasta ahora ha sido admitir un informe de un investigador privado sobre cómo la víctima intentó recuperar una vida normal.
La app para dar consentimiento sexual en el centro de la polémicaPor supuesto, y como siempre ocurre en estos casos, el fantasma de las denuncias falsas también ha aparecido; y en estos momentos, no está claro cómo terminará el caso. En este clima, puede que no parezca buena idea lanzar una app sobre denuncias falsas, pero Jose Luis Sariego, abogado de Sevilla, decidió lo contrario. No existe la mala publicidad, como dicen.
iSex, que es como se llama la app, promete ser la solución contra las denuncias falsas de agresión sexual; nos permite intercambiar consentimientos con otra persona de varias maneras, ya sea por Bluetooth o generando un texto que se envía por correo. La app registra la posición por GPS. Todo con el objetivo de que, si alguien intenta denunciarte por violación, puedas enseñar este consentimiento.
Aunque fue lanzada el pasado 11 de noviembre, es ahora que la app ha conseguido notoriedad en redes sociales, aunque tal vez no la que sus creadores esperaban; las críticas son bastante obvias, y ya están llenando la sección de comentarios de la Play Store.
La principal crítica es que esta app de consentimiento no entiende en absoluto lo que es el consentimiento; o al menos, no desde la perspectiva de una persona violada.
Para conseguir el “consentimiento” de una persona, lo único que tienes que hacer es conectar tu móvil y el de la otra persona por Bluetooth; es decir, que si de alguna manera consigues acceso a ese móvil, puedes crear tu propio consentimiento sin problemas.
El consentimiento no es algo que te dan para siempreViene bien recordar ahora que las violaciones son sucesos violentos, en las que una persona o un grupo se impone a otra, normalmente por la fuerza, en otras ocasiones por otros métodos. En esos casos, no debería ser muy difícil imaginar que es fácil coger el móvil de la víctima y hacer lo que se quiera con ella; también se dan casos de víctimas que obedecen al agresor, ya sea por miedo o porque tienen poder sobre ella.
Pero incluso si ignoramos esta falla en el sistema, por enorme que sea, iSex erra en lo más básico: en comprender en qué consiste el consentimiento en una relación sexual. El consentimiento no es algo que se entrega “para siempre”; el consentimiento no es un “pin” que te puedes poner en la chaqueta y que nadie te puede quitar.
Muchas relaciones sexuales empiezan bien y terminan muy mal, pero eso no es algo que comprendan los creadores de la app. Y todo eso sin entrar en las violaciones entre personas en matrimonio.
La intención de los creadores es mas que evidente: luchar contra las denuncias falsas. No será en Omicrono donde desestimemos el problema de las denuncias falsas (entre un 2% y un 8% de las denuncias podrían ser falsas, pero hay pocos estudios al respecto); pero que iSex haya nacido justo ahora para luchar con estas supuestas injusticias no deja de resultar curioso, y parece más un intento de sus creadores de dar su opinión a todo el mundo, que una solución real.
http://omicrono.elespanol.com/2017/11/app-para-dar-consentimiento-sexual/
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