Esto es todo lo que puedo aportar a la discusión:
1. La manera en que Israel está llevando a cabo sus objetivos es más que cuestionable. Las Fuerzas de Defensa de Israel, dentro de la Operación Margen Protector, intentan (a) acabar con la capacidad de Hamás de lanzar cohetes y misiles y (b) desmantelar las comunicaciones subterráneas entre Gaza y Egipto y entre Gaza e Israel para evitar el abastecimiento de armas por parte de Hamás y su posterior uso en territorio israelí.
2. El interés de los judíos por crear el Estado de Israel surge tras siglos de persecuciones y expulsiones, especialmente en Europa [http://bit.ly/1lehGQN]. En 1947, la ONU aprobó la partición de Palestina en dos estados: uno judío y uno árabe. La idea era ofrecer un territorio legítimo y con reconocimiento internacional para acoger a los judíos que aún sufrían las consecuencias del Holocausto. Tras la Segunda Guerra Mundial, se había propagado un sentimiento generalizado de culpa entre los europeos por no haber hecho gran cosa para evitar la masacre de los judíos, y el apoyo a la creación del Estado de Israel fue un intento de compensarlo.
3. Tras las elecciones celebradas en Gaza en 2006, Hamás pasó a ostentar la mayoría absoluta en el Consejo Legislativo Palestino. En su carta fundacional, esta organización creada en 1987 afirma: «Israel existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya, de la misma manera que ha destruido a otros en el pasado». Hamás es considerada una organización terrorista por la Unión Europea, los Estados Unidos, Israel, Japón, Canadá y Australia. En el mismo manifiesto, Hamás habla de una «conspiración judía» para dominar el mundo, basándose en un panfleto falso y antisemita de la Rusia zarista, «Los protocolos de los sabios de Sion».
4. El conflicto israelí-palestino no es un genocidio, pues no se está exterminando a la población en masa. Se trata de una guerra asimétrica y Gaza se está llevando la peor parte. Israel posee el cuarto mayor ejército del mundo; es indispensable para su supervivencia. Hay más víctimas en el lado palestino porque (a) Israel responde habitualmente a los ataques palestinos de forma desproporcionada y defiende eficazmente a su pueblo, mientras (b) Hamás utiliza a sus civiles como escudos humanos [http://youtu.be/a3oDtB7Bmgw] o como hombres bomba: hasta 2005, Hamás envió decenas de adolescentes a inmolarse en Israel y causó numerosas víctimas civiles en lugares públicos [http://bit.ly/1tuT3qZ]. Además, Israel acostumbra a avisar antes de cada incursión para que evacuen la zona, aunque los avisos no resultan demasiado efectivos; algún testigo ha afirmado que Hamás impide que los habitantes de una zona se vayan de allí antes de los ataques [en inglés: http://youtu.be/UMUdU3AqlyQ?t=3m7s].
5. Hamás arremete periódicamente contra Israel con cohetes y misiles (más de 2.500 desde el comienzo de la Operación Margen Protector), pero el gobierno israelí ha construido refugios antiaéreos para que su población se pueda resguardar. En cambio, Hamás ha dedicado sus recursos (recibe 500 millones de dólares anuales desde el exterior para financiar sus acciones en ese territorio) a desarrollar una infraestructura bélica con túneles y búnkeres donde ocultar su arsenal. No ha construido ni un solo refugio para la población de Gaza. Israel utiliza sus armas para proteger a su gente; Hamás utiliza a su gente para proteger sus armas.
6. Hamás viola el derecho internacional humanitario cuando almacena cohetes en zonas pobladas, casas, mezquitas, colegios y hospitales. Recientemente, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos ha denunciado la presencia de misiles de Hamás escondidos en una escuela de Gaza [http://bit.ly/1o5xhXi].
7. Un país no debería permitir que una organización terrorista, aupada a las instituciones de un territorio vecino, lance cohetes contra su población civil. Un factor que mide la grandeza de un gobierno es el empeño que pone para conseguir el bienestar de su propio pueblo —y no el de otros—. Israel consigue interceptar casi todos los cohetes que les lanzan, lo que a alguna gente le parece reprobable. ¿Qué debería hacer España si desde Portugal se empezasen a lanzar misiles contra nuestro país y todos tuviéramos que abandonar nuestras ocupaciones varias veces al día para escondernos en un refugio?, ¿si el pueblo portugués elevase a gobernante a una organización dispuesta a eliminar el Estado español?, ¿y si, encima, ni Andorra, ni Francia, ni Italia reconociesen la soberanía española?
8. Israel aceptó los alto el fuego ofrecidos por Egipto, Naciones Unidas y la Cruz Roja, mientras que Hamás los rechazó y continuó disparando cohetes y misiles contra Israel.
9. Siria, Líbano, Jordania, Irak e Israel son países que Francia e Inglaterra crearon cuando se dividieron el territorio de Oriente Medio, tras la caída del Imperio Otomano en 1918. Israel se independizó de Inglaterra en 1948. De manera inmediata, todos los países árabes de la zona (Egipto, Siria, Transjordania, Irak y el Líbano, con el apoyo de Arabia Saudita, Libia y Yemen) le declararon la guerra a Israel. Ocho ejércitos contra uno. Y perdieron.
10. Los israelíes también perpetraron ataques terroristas. El 9 de abril de 1948, antes de que comenzara la Guerra de la Independencia de Israel, dos organizaciones armadas y sionistas entraron en el pueblo de Dir Yassin y mataron a cerca de 120 palestinos. Como respuesta, cuatro días después, fuerzas árabes atacaron un convoy civil con suministros médicos y asesinaron a casi 80 judíos, gran parte de ellos, médicos y enfermeras.
11. Cuando acabó la guerra árabe-israelí en el 49, una vez declarado el armisticio, Israel devolvió los territorios que había ido ocupando durante el conflicto a sus anteriores poseedores: Cisjordania a Transjordania (hoy Jordania) y Gaza a Egipto. Los palestinos pasaron cerca de 20 años bajo el dominio de Egipto y Jordania.
12. Después de esta derrota, hubo dos ataques más en bloque en 1967 y en 1973. En ambos enfrentamientos, las tropas árabes fueron derrotadas. En la guerra del 67, conocida como la Guerra de los Seis Días, Israel volvió a ocupar Gaza y Cisjordania, además de la Península del Sinaí y los Altos del Golán. El Sinaí, que tiene un tamaño tres veces superior al que ocupa Israel en la actualidad y grandes reservas de petróleo, fue devuelto a Egipto mediante los acuerdos de 1982.
13. En 2005, Israel desocupó la Franja de Gaza de manera unilateral. Movilizaron a las familias judías, tiraron abajo sus casas y abandonaron completamente el territorio. Vaciaron los cementerios y retiraron a su ejército. Actualmente, no hay presencia israelí en Gaza y el territorio podría evolucionar hacia un Estado independiente, pero éste no parece ser un objetivo de Hamás.
14. Gaza, por tanto, perteneció a Israel y antes a Egipto y antes a Inglaterra y antes al Imperio Otomano. Y antes a los musulmanes y antes a los cruzados... y así hasta el año 3000 a. C., cuando el territorio formaba parte de la región conocida como Canaán. Aunque se sabe que hubo presencia de judíos al menos desde el 960 a. C., cuando Salomón construyó el Templo de Jerusalén, su comunidad no fue demasiado grande hasta que, tras la expulsión de los judíos de España en 1492, muchos de ellos decidieron emigrar hacia esa zona. Hoy no hay judíos en Oriente Medio viviendo fuera de las fronteras de Israel, pero sí que hay presencia árabe en el Estado israelí: cerca de un millón y medio de personas (un 20 % de la población), entre las que se cuentan unos cuantos musulmanes.
15. Durante los 19 años que Gaza estuvo controlada por Egipto, todas sus necesidades de agua, electricidad y combustible fueron suministradas por ese país. En 1967, Israel pasó a hacerse cargo de sus necesidades básicas, y lo sigue haciendo en gran medida incluso después de la desocupación de 2005. Antes de la Operación Margen Protector, Gaza recibía la mayor parte de la electricidad de una planta israelí, la de Ashkelon, que es, curiosamente, uno de los objetivos habituales de los cohetes de Hamás; las líneas que transportan la electricidad han sido dañadas durante los enfrentamientos. La única central eléctrica en Gaza, con capacidad para suministrar menos de un tercio de la electricidad de la región, ha tenido que cerrar el 29 de julio, tras un ataque de la aviación israelí. Egipto suministra menos del 10 % de la electricidad.
16. A pesar del conflicto, existe cooperación entre Israel y Palestina: en 2011, casi 200.000 pacientes palestinos recibieron permisos de entrada para acceder a tratamientos médicos en Israel. Ese mismo año, 31.414 palestinos trabajaban en Israel. Además, las compras israelíes a la Autoridad Palestina suponen cerca del 90 % de las exportaciones palestinas.
17. En los tres años que sucedieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, entre 12 y 14 millones de nacionales alemanes y alemanes étnicos tuvieron que migrar de forma forzada de diferentes territorios europeos. Tras la invasión de Polonia por los soviéticos, en lo que se conoció como la masacre de Katyn, la policía secreta soviética llevó a cabo una serie de asesinatos en masa de oficiales del ejército, policías, intelectuales y otros civiles polacos. Estados Unidos y Gran Bretaña respondieron a los ataques alemanes y japoneses con bombardeos indiscriminados en ciudades habitadas principalmente por civiles; el lanzamiento de dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki sirvió como colofón a una guerra que dejó más de 61 millones de muertos. Otros ejemplos de lo que el ser humano es capaz de hacer se pueden encontrar en el genocidio armenio, o en los de Camboya y Ruanda, o en las limpiezas étnicas de las Guerras Yugoslavas de Secesión, sin olvidar las purgas que Stalin y Mao aplicaron sobre su propio pueblo.
18. Cada civil muerto en territorio gazatí supone una publicidad muy negativa para Israel, que perdió la batalla de relaciones públicas hace mucho tiempo. El conflicto israelí-palestino, como ya pasó con la Guerra de Irak, está sobreexpuesto frente a otros enfrentamientos prácticamente silenciados. La Segunda Guerra del Congo dejaba casi cuatro millones de muertos cuando terminó en 2003, el mismo año en que empezaba el conflicto en Irak. No hubo actores en los Goya que se acordaran de las víctimas, como tampoco se manifestó nadie por el genocidio de Ruanda, donde se mataron casi un millón de personas entre hutus y tutsis. Darfur: casi medio millón de muertos y dos millones de desplazados. No interesa porque no se puede buscar el origen en alguna terrible fuerza capitalista o «neoliberal». Poco antes del secuestro de los tres adolescentes israelíes, se producían muertes de niños en países como Irak, Sudán, el Congo, Nigeria o Indonesia. A ellos no se les dedica un minuto de silencio, sino el silencio entero. Guerra de Irak: menos de 200.000 muertos. Conflicto israelí-palestino: 21.500 muertos entre 1965 y 2013, contabilizando las víctimas de ambos bandos.
19. Aunque contaban con el apoyo de la ONU, la creación del Estado de Israel supuso para los palestinos que vivían allí el abandono del territorio y la desintegración de siglos de existencia en unas pocas semanas. Pueblos destruidos, miles de refugiados, mezquitas arrasadas. En árabe, se conoce este sentimiento como «Al Nakba». Moshe Dayán, uno de los líderes históricos del Estado de Israel, reconoció en 1969: «No hay un solo lugar donde nos hayamos establecido en el que no hubiera habido un poblado árabe».
20. Es muy discutible que los israelíes obtuvieran el territorio de forma lícita. Y que Israel sea la Tierra Prometida dentro del judaísmo no les habilita para disponer de las tierras de otros cuando lo consideren oportuno. Pero también es cierto que han pasado casi 70 años desde que Israel se declaró un Estado independiente; al menos dos generaciones de israelíes han nacido allí. Tampoco los españoles se portaron demasiado bien durante la colonización de América, ni los europeos cuando masacraron a los nativos norteamericanos. La civilización actual es, en gran parte, fruto de una suma de genocidios, colonizaciones, movimientos migratorios, fundamentalismos religiosos; guerras, conquistas y derrotas; violaciones multiétnicas y un poquito de amor.
21. Según el hijo de uno de los fundadores de Hamás, el objetivo último de la organización no es destruir el Estado de Israel, sino levantar un califato islámico en todo el territorio [http://youtu.be/Rp66RbVMFOc]. Poco le conviene a Occidente la extensión del islam, una religión de fundamentalistas que, allí donde tienen el poder, regulan aspectos como el modo de vestir, la manera de lavarse las manos, la dieta, la higiene y el sexo. Hay varios ejemplos de países gobernados por sharías (el código de leyes que debe cumplir cualquier sociedad musulmana conforme al islam). En Arabia Saudita, las mujeres no pueden salir a la calle sin un hombre que las acompañe, ni sin el velo. Un gay en Irán puede acabar colgado de una grúa. Un hombre musulmán en Pakistán puede violar tranquilamente a cualquier mujer; el castigo consistirá en un par de azotes en público. En Gaza, se aplica la pena capital a gais y blasfemos. Los líderes islámicos no tienen respeto por la democracia, ni por las libertades individuales, y discriminan a la mujer y persiguen al homosexual. En Inglaterra ya existen más de 85 tribunales de la sharía [http://bit.ly/1zsrO0G] que conforman un sistema legal paralelo al inglés, con valores completamente opuestos a los suyos.
22. Palestina hace mucho que ha perdido esta guerra: no han conseguido nada en 70 años, y no lo van a empezar a conseguir ahora. Israel cuenta con aliados como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido, ha llevado a cabo importantes esfuerzos de investigación, desarrollo e innovación, y tiene una tecnología militar muy desarrollada. Hay que mirar hacia delante. El objetivo prioritario ha de ser la negociación de un acuerdo para alcanzar la paz y la estabilidad de ambos estados. Gaza podría unirse con Cisjordania a través de una autopista subterránea que Israel se ofrece a construir para formar el Estado de Palestina, soberano e independiente. La región podría comenzar a desarrollarse económicamente. Y los palestinos podrían, por fin, dejar de morir y empezar a vivir. Una vida normal.