Autoridades de la península entregaron normativa para las buenas maneras
Resumen
Cada verano los turistas del norte de Europa, especialmente los alemanes, desembarcan en las esplendorosas playas italianas, y lo hacen cargados con sus costumbres "bárbaras" que molestan a los de la península.
La cantinela de los medios italianos es siempre la misma, que los germanos cometen un error al no saber apreciar la cultura de las playas latinas, que cómo se les ocurre llegar con sus topless y sus litros de cerveza, entre otras cosas.
Pero en estas vacaciones las autoridades italianas se pusieron más severas y declararon la guerra a los visitantes del norte.
Con el propósito de acabar con estos "barbarismos", la Unión Italiana de Establecimientos de Baño (SI
elaboró una guía que regula el comportamiento en las plazas de veraneo. Es una serie de sugerencias para el correcto comportamiento en las playas, que pide acabar con los topless femeninos, no colgar las toallas en los quitasoles y no beber cerveza.
Estas "sugerencias" generaron un reclamo de parte del diario alemán "Bild", según informó el británico "The Independent".
"Bild", que ilustró el artículo con una muchacha saliendo del agua mostrando su piel pura, declaró que las autoridades italianas "quieren arruinar nuestras vacaciones". Y que las prohibiciones playeras de jugar a la pelota, comer metiendo ruido, cambiarse de ropa fuera de las cabinas, secar los trajes de baño colgándolos, y trasegar cervezas, desconciertan a los turistas, que sólo quieren descansar sin inhibiciones.
Contraataque
El diario de Turín "La Stampa" contestó enérgico que "Bild" quiere "estigmatizar el verano italiano" al decir que con las normativas "los alemanes son incapaces de divertirse".
El presidente de la SIB, Riccardo Borgo, puso paños fríos a la controversia sosteniendo que la guía contiene "sugerencias", y que no deben confundirse con las leyes adoptadas por alcaldes y concejos municipales, algunas de las cuales son bastante estrictas.
Borgo manifestó: "Son sólo indicaciones para las buenas maneras. Por ejemplo, no tirar colillas de cigarros a la arena, no bañarse cuando exista una bandera roja de alerta, no molestar a los vecinos con la radio a todo volumen".
Sin embargo, hay alcaldes italianos que este verano se han convertido en pistoleros de las buenas costumbres.
Por ejemplo, el edil de Forio d'Ischia, Franco Regine, prohibió los gritos en la calle, colgar las toallas, lavar las ventanas que den a la calle y acampar en lugares no autorizados, so penas que van de los 50 a los 78 euros (34 mil a 53 mil pesos).
"Nuestro objetivo es recuperar nuestra imagen y mejorar nuestra oferta turística asegurándoles tranquilidad a los visitantes", concluyó Regine.
PD: No saben ni lo que quieren...
