Italia envejece. Como el resto de Europa, pero más rápido que otros países. La situación es crítica. Giorgia Meloni ya ha advertido a los italianos que se tienen que poner procrear si quieren mantener la economía patria. Pero, en plena crisis y con un mercado laboral muy precario, no basta la palabra de la primera ministra para convencerlos. Así que su ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, ha presentado un plan de choque para activar la natalidad: eximir de pagar impuestos a las familias que tengan al menos dos hijos.
La idea para llenar los paritorios italianos apunta al bolsillo, allí donde se encuentra el principal obstáculo para quienes querrían descendencia. El ministro ha adelantado al diario Il Foglio que está ya trabajando para presentar todos los detalles en los próximos días: "En síntesis: nada de impuestos para quien tenga hijos".
"La propuesta de Giorgetti", publica el citado periódico, "es ésta: presentar antes de un año un bono-familia modelo 110% [alude a la subvención con la que el Gobierno Draghi impulsó las obras de restauración en viviendas para mejorar su calificación energética a cambio de recibir del Estado el 110% de lo gastado en forma de desgravación fiscal]".
La medida tiene sólo un precedente en Europa: Hungría. Su Gobierno de extrema de
recha liderado por Víktor Orbán elimina todos los impuestos a partir del cuarto hijo. Con el tercero, ofrece a las familias un cheque para comprarse un coche con capacidad para siete personas. Con dos, los beneficios son idénticos a los que concede a las mujeres que se casan en edad fértil, antes de los 40: una hipoteca con el interés por debajo del comercial.
10.000 euros por hijo
En Italia no han llegado a lo del coche pero otro miembro del Gobierno, Massimo Bitonci, el subsecretario del Ministerio de las Empresas del Made in Italy (existe este ministerio, sí) ha añadido otro aliciente: "Pensamos recuperar una desgravación de 10.000 euros al año por cada hijo hasta que terminen sus estudios, incluidos los universitarios y sin límites por los ingresos familiares". Hasta ahora, se pueden restar en la declaración de la renta hasta 950 euros al año hasta que cumplen 21 años.
Sinceramente, me parece una medida muy buena para fomentar la natalidad entre la gente que trabaja. 10.000 de IRPF es mucho dinero que puede cubrir bastantes gastos y así se alivia la presión económica en las nuevas familias.