Una de las características de las maras que más preocupan son los violentos rituales de admisión a los que someten a los jóvenes que captan. Se trata de pruebas que los aspirantes a mareros deben superar si quieren ser parte de la banda. En ocasiones, se trata de soportar un castigo físico. Otras veces, de perpetrar agresiones a miembros de bandas rivales o a simples desconocidos. Algunas de estas acciones han sido tan brutales que sus autores han acabado detenidos y están a la espera de juicio.
Ese es el caso de Arthur Joel A., un joven que ha ingresado en prisión preventiva tras ser arrestado por apuñalar a varias personas elegidas al azar en el metro de Barcelona. Según se relata en su auto de prisión, el pasado 12 de diciembre el detenido, acompañado de otros miembros de la banda, se lanzó, en palabras de un juez instructor, a «una especie de ritual macabro» en la línea 1.
A las 19.30, apuñaló a una primera víctima en la estación de Sants. Solo 15 minutos después atacó con una navaja a otra persona en la estación de Santa Eulàlia. Pasadas las 20.00 horas, en la estación de Glòries, agredió a una tercera persona.
ELECCIÓN FORTUITA / En las agresiones, Arthur Joel A. actuaba acompañado de varios miembros de la banda que elegían a la víctima y la rodeaban para amedrentarla hasta que el acusado la apuñalaba.
Según el auto elaborado por el Juzgado de Instrucción número 3 de L'Hospitalet, no se trataba de simples pinchazos, sino que las cuchilladas iban dirigidas a «zonas especialmente vulnerables de sus víctimas». Eso ha hecho que, además de un delito de lesiones, Arthur Joel A. haya sido imputado de tres delitos de homicidio en grado de tentativa. Además, el juez instructor llega a definir directamente como «una organización criminal» a la mara a la que pertenecía Arthur Joel A.
PRUEBAS DOLOROSAS / Acciones como esta son el tipo de misiones que los dirigentes de las maras ordenan realizar a sus aspirantes para ser aceptados. Según el informe elaborado por los Mossos d'Esquadra, esas misiones suelen consistir «en apuñalar a miembros de bandas rivales» o bien en «cometer un robo».
Otra de los rituales a los que se somete a los nuevos adeptos a la Mara 18 consiste, en «recibir golpes durante 18 segundos». Los aspirantes «solo pueden taparse partes del cuerpo», pero no pueden atacar a sus agresores.
Los expertos en las bandas latinas señalan que estas pruebas son violentas y dolorosas para demostrar la fortaleza del nuevo miembro.
Bueno, como opinión personal, pienso que es su cultura y hay que respetarla, yo respeto a toda la inmigración como buen perroflauta que soy, y pienso que todos tenemos derechos y sobre todo, derecho a la inserción.
Sigo disfrutando la igualdad y como no, pienso que el burka es una cosa multicultural y como buen país civilizado que somos tenemos que ver como apuñalan a nuestros ciudadanos y ver como unos perros polígamos ocultan a sus mujeres.
Un saludo.