Buenas tardes. Supongo que los que frecuentáis los posts de política me conoceréis por mi rechazo al PP. A pesar de que nunca he caído en el insulto ni en el dogmatismo, los reaccionarios me han llamado de todo: imbécil, inmaduro, proetarra, subnormal, autoritario, rojo, rencoroso, antipatriota, pacifista de mierda... nada nuevo en el discurso de esta gente, mas dado a la descalificación que a la argumentación.
Lo preocupante ya no es su simpleza mental, sino la influencia del partido al que votan y defienden: el Partido Popular, que incomprensiblemente sigue siendo uno de los partidos más votados en España. Hay quien lo defiende por sus teorías económicas, pero ¿lo es todo la economía? ¿Es correcto dar el poder a un partido dirigido entre bastidores por una secta fundamentalista, que colaboró con el régimen de Franco?
El poder del Opus
Los padres y la mujer de Rajoy pertenecen al Opus Dei. Federico Trillo, Isabel Tocino, Loyola de Palacio, José Manuel Romay Beccaria, Juan José Lucas, José María Michavilla, Ana Mato, Miguel Angel Cortés, Alberto de la Hera (director general de Asuntos Religiosos), Jesús Pedroche (presidente de la Asamblea de Madrid), Vicente Martínez Pujalte (portavoz de la comisión parlamentaria de investigación en el caso Gescartera), Andrés Ollero (portavoz de la Comisión de Justicia), Fernando Diez Moreno (secretario de Estado de Defensa), Jesús Cardenal (fiscal general del Estado), José Luis Requeno (vocal del Consejo General del Poder Judicial)... la lista es interminable.
Conozcamos los entresijos de esta peligrosa Secta, fundada por Escrivá de Balaguer, religioso canonizado en 1978 por el Vaticano batiendo todos los récords de rapidez, de la mano de los propios ex-miembros del Opus:
Desde luego, si Escrivá de Balaguer fuera un personaje de ficción, sería uno de los más temibles malvados de la historia de la litratura. Desgraciadamente, él y sus seguidores son una realidad y lo hacen notar con mucho poder. Con el fundador del Opus Dei ha ocurrido, salvando las distancias, lo que con Rodrigo Díaz de Vivar, que alcanzó el estatus de gran héroe, aunque en su vida real fue un mercenario cruel y sin demasiados escrúpulos. La trayectoria de Escrivá de Balaguer es parecida: de jefe de secta poderosísima que practica la esclavitud a santo. ¿Santo del secretismo y del dinero, santo del lavado de cerebros o santos "padre", verdadero vehículo de Dios? De dos versiones, siempre es más fácil quedarse con la oficial; sin embargo, la historia demuestra que suele ser la otra la auténtica. Con Escrivá de Balaguer y su Obra de Dios ocurre lo mismo. ¿Qué necesidad hay de contradecir al mismísimo papa del Vaticano? Seguramente, la que imponen la conciencia y la razón. ¿Por qué habría que negar la autenticidad a los testimonios de personas que cuentan sus padecimientos en primera persona y que sufren represalias por hacerlo?
El libro que escribió María del Carmen Tapia fue retirado de las librerías, pues los dueños de algunas de ellas recibieron amenazas. La obra incluso se dejó de imprimir justamente después de que los editores recibieran un mensaje clarísimo: o ese texto o ninguno más, porque los autores de la firma se irían a publicar a otra. La edición en castellano del libro de la antigua superiora de la rama femenina del Opus Dei se hizo desaparecer, por lo que solo puede encontarse en inglés.
Un caso parecido ocurrió con la revista VISAO, que publicó en portada un artículo muy crítico sobre el Opus Dei. Hubo innumerables cartas denunciando ese texto y, muy pco después, un sospechoso incendio en las oficinas de la publicación, que nunca más volvió a tocar en sus páginas el tema. Censuras, amenazas, métodos propios de la mafia que ha llevado a cabo el Opus Dei desde su fundación y que, de nuevo, salen ahora a la luz con el testimonio de Isabel de Armas en "Ser mujer en el Opus Dei", un libro donde la autora describe, paso a paso, el proceso personal que vivió, desde su captación y entrada en uno de los centros de la Obra, hasta su salida veinte años después. Lo más escalofriante es la constatación de la existencia de esclavos dentro de la organización. Para Escrivá de Balaguer, los disminuidos físicos, psíquicos y las mujeres eran de segunda categoría y como tal había que tratarlos. Y como tal se les trata aún hoy en los centros de esta secta. Todo el mundo sabe ya que el Opus Dei cuenta con 85.000 asociados en todo el planeta, tiene entre sus miembros a algunos, muy pocos, sacerdotes, y el resto son: numerarios, personas que viven en los centros de la Obra y practican el celibato; supernumerarios, miembros casados que viven fuera de sus centros, y agregados, como los numerarios pero que también viven en sus casas.
A estas castas hay que añadir las esclavas, mujeres de procedencia muy humilde, con escasos o ningún estudio y a las que el Opus dei engaña con una residencia para toda su vida. A cambio del espejismo de la estabilidad, estas mujeres solo reciben maltratos y una existencia servil, de trabajo durísimo, limpiando y cocinando. Por supuesto, no cobran ni un euro por su labor ni mucho menos cotizan a la Seguridad Social. Así, cuando alguna ha querido alejarse de la secta, se ha encontrado con un camino dificilísimo. Isabel de Armas menciona en su libro algunos casos de este tipo, incluso uno de una mujer que se armó de valor, salió de la Obra, la demandó y consiguió por la via legal una cantidad miserable de dinero con la que, sin embargo, pudo salir adelante.
Pero no hay que ser esclava para ganarse la humillación dentro del Opus. Con ser mujer es suficiente. La periodista relata en su libro momentos escalofriantes de su estancia en la Obra, en que llegó a dormir sobre el mueble de planchar. Aquello ocurrió en una casa donde las órdenes de Escrivá desde su palacio de Roma obligaban, por ejemplo, a fregar de rodillas con la prohibición de usar la fregona.
Censuras y flagelos
La distinción entre hombres y mujeres dentro del Opus es realmente brutal, aunque desaparece completamente para ciertas cuestiones. Todos los numerarios, sean del sexo que sean, entregan su sueldo íntegro a la organización, así como todos los regalos que reciben. Los supernumerarios por su parte, contribuyen con aportaciones millonarias a los propósitos de la secta. Y, no hay excepción, cuando los miembros llegan a "cierto nivel", firman un documento haciendo al Opus Dei heredero de todos sus bienes. Además, los numerarios deben confesarse una vez a la semana; delatar a sus compañeros por comentarios e incluso por posturas físicas inapropiadas, e infringirse castigos físicos con cilicios y otros instrumentos semejantes. Ninguno de ellos, al margen de su sexo, deben pensar, y todos, de nuevo sin excepción, han de obedecer. Está prohibida la charla entre iguales (numerarios) para evitar que se creen estados de opinión. La dirección de cada centro viola sistemáticamente la correspondencia de los miembros y censura rigurosamente sus lecturas. En ocasiones, se les prohibe tener fotografías de sus familiares. La lista de barbaridades es interminable [...]
<B>Franco y el PP</B>
Además del Opus Dei existe otro importante sector dentro del PP: el franquismo. He aquí la trayectoria del PP en su solapado romance con el Caudillo, cuya fundación es subvencionada por el PP, y en su día por el Gobierno de Aznar:
Es evidente que el glorioso alzamiento popular del 18 de julio de 1936 fue uno de los más simpáticos movimientos político-sociales de que el mundo tiene memoria. Los observadores imparciales y el historiador objetivo han de reconocer que la mayor y la mejor parte del país fue la que se alzó, el 18 de julio, contra un Gobierno ilegal y corrompido, que preparaba la más siniestra de las revoluciones rojas desde el poder (Manuel Fraga)
En febrero del 2000 el PP respalda y «se siente orgulloso» de la «valoración histórica» que realizó el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, sobre el régimen de Franco. Fraga realizó una «valoración positiva» de la Dictadura franquista, además de mostrarse convencido de que la historia hará un juicio «positivo» a la Dictadura.
En enero del 2001 iel PP indultó a 11 agentes de policía y tres guardias civiles que fueron condenados por torturas, y cuyas penas han sido reducidas en dos tercios, y añade que poco después de ese indulto el Gobierno condecoró a título póstumo a Melitón Manzanas, inspector de policía de San Sebastián durante la dictadura de Franco.
1/06/2001 El Partido Popular se opone una vez más en solitario en el Congreso de los Diputados, a condenar los crímenes de la dictadura franquista. Todos los grupos, a excepción del PP, respaldaron una propuesta para la 'revisión de sentencias y la restitución moral de los españoles fusilados durante el franquismo por motivos políticos y de conciencia'.
11/09/2003 El pleno del Congreso rechazó con los votos en contra de PP, una proposición no de ley del grupo socialista por la que se instaba al Gobierno a anular los juicios sumarios durante la dictadura franquista para "recuperar la dignidad" de quienes fueron ejecutados por motivos políticos.
26/11/2003 El PP se burla del homenaje a las víctimas del franquismo, en el que participaron todos los partidos políticos a excepción de los populares.
El hambre, la peste, la guerra, la muerte, el horror, la mentira y la traición. Ahora los jinetes del apocalipsis son siete y no cuatro. En 1963 su presidente fundador, Manuel Fraga Iribarne, en calidad de ministro de Gobernación pasaba por el Palacio de El Pardo, para que el generalísimo Franco firmara el fusilamiento por comunista del joven Julián Grimau. Ese mismo año, Fraga, ideólogo del franquismo, elaboró la campaña: 25 años de paz. Y como acto culminante de su hacer político franquista, en septiembre de 1975 volvería a visitar a Franco para recomendar el fusilamiento de cinco jóvenes, cuestión que el tirano cumplió a rajatabla. Con muchos cadáveres en su espalda, se curva para caminar, aunque no tiene empacho en mantener iguales nociones del mundo que hace 50 años. Por sus convicciones, es elegido presidente fundador, sin ningún voto en contra de los compromisarios. ¿No da qué pensar? Su partido lo considera un baluarte[...]
El que tenga ojos para ver, que vea.