La lucha de la mujer kurda
Los logros de la lucha de la mujer kurda en Rojava, han atraído la atención internacional debido a que allí las mujeres luchan por su libertad en todos los frentes: tanto en la guerra como en la sociedad. Aún así esta batalla ha sido retratada por los medios de comunicación occidentales como una mera fantasía amazónica de mujeres guerreras, dejando de lado la importancia de sus reivindicaciones para la emancipación de la mujer en el mundo musulmán.
Contexto Histórico
El nacimiento del pueblo kurdo se remonta al siglo VII a.c, su territorio abarca parte de los estados modernos de Irán, Turquía, Iraq, Siria y parte de Armenia. El pueblo kurdo es de origen indoeuropeo, practican el islam suní en su mayoría, aunque una importante minoría sigue practicando el yazidismo, habitan regiones montañosas de difícil acceso y nunca han constituido una entidad política unificada. El número de sus habitantes es aún sujeto de polémica, su población oscilaría entre 35 y 50 millones, convirtiéndose en una de las principales etnias sin Estado del mundo.
No es hasta después de la Primera Guerra Mundial, con el desmantelamiento del Imperio otomano que se plantea la creación de un Kurdistán independiente. El 10 de agosto de 1920, el Tratado de Sèvres, firmado por Turquía, prevé la creación de un Kurdistán autónomo al este de Anatolia y en la provincia de Mosul. Pero la victoriosa rebelión del nacionalista turco Mustafá Kemal Ataturk lleva a rechazar el tratado, y por ende, finaliza el proceso independentista kurdo.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la proliferación de Estados nacionalistas árabes acallan las reivindicaciones kurdas de autonomía, hasta finales de la década de los setenta lo esencial de la rebelión kurda se concentrará en Irak de la mano de Mustafá al Barzani.
La reactivación kurda se advertirá en Turquía de la mano del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, fundado en 1984 por Abdullah Öcalan. El PKK llevará a cabo acciones de guerrilla en las provincias del este del país, principalmente en las provincias de Urfa, Mus, Batman y Dersim.
Sin embargo con motivo de la Guerra del Golfo de 1991, la cuestión kurda adquiere una dimensión internacional sin precedentes desde la Primera Guerra Mundial. La derrota de Saddam Hussein provoca una insurrección en el Kurdistán, que es rápidamente aplastada por el Ejército iraquí. La situación de inestabilidad en Irak perdurará en el tiempo.
La situación de los kurdos se mantendría incierta, pues ningún Estado aceptó garantizar los derechos culturales y la autonomía que reivindicaban. Todo esto cambiará con el estallido de las “Primaveras Árabes” y especialmente con el comienzo de la Guerra Siria en marzo de 2011, que daría un nuevo empuje a la cuestión kurda.
La autonomía de Rojava
El Kurdistán sirio o Rojava, se encuentra en el norte de Siria, hace frontera con Turquía y con Iraq. Los kurdos sirios son aproximadamente dos millones, aunque no son reconocidos como minoría nacional, están representados en el parlamento y su lengua no está prohibida, además antes de la guerra coexistían en relativa paz con los árabes.
Tras el estallido de la Guerra civil siria en julio de 2011, el bando rebelde representado por el Consejo Nacional Sirio instó a los kurdos a unirse a la lucha. Lo que fue rechazado por éstos pues la oposición no tenía ningún interés en la defensa de las reivindicaciones kurdas. Ante esta situación, en julio de 2012 aprovechando la retirada de las tropas del gobierno sirio, las Fuerzas de Protección Civil (YPG) junto al partido kurdo PYD, toman el control de todas las instituciones gubernamentales de la ciudad de Kobane, para a continuación hacer lo mismo en las regiones de Afrín y Cizire, culminando con la proclamación de la autonomía de los tres cantones kurdos. Inmediatamente, se crea el Consejo Supremo Kurdo (CSK), órgano que gestiona la autonomía.
El 17 de agosto de 2012 un representante de la ONU se reúne con miembros del CSK para establecer relaciones diplomáticas. Este mismo año nace el CMCS (Consejo de la Mujer del Congreso de la Sociedad), órgano para debatir medidas que afecten a las mujeres. El 29 de Enero de 2014, se adopta la denominada constitución de Rojava, que es un contrato social provisional de la región. En la misma se oficializa la división del territorio en tres cantones: Efrîn, Kobane y Cizire, autónomos al gobierno sirio.
La doctrina del Confederalismo Democrático, creada por el líder del PKK Abdulah Ocalan sería el sistema político elegido, en el que buscan el establecimiento de una democracia participativa e igualitaria, organizada desde la base. Uno de los fundamentos principales de esta doctrina es la liberación de la mujer, lo que en definitiva ha producido un gran avance en su papel en la sociedad kurda.
La lucha de la mujer kurda
La lucha de las mujeres kurdas no es un fenómeno reciente. En 1995, el PKK creó la Unión de Mujeres Libres de Kurdistán y la primera unidad guerrillera integrada sólo por milicianas, las YJA-STAR. Las mujeres kurdas han luchado junto a los hombres durante muchos años en una guerra de guerrillas contra Turquía, en busca de la independencia y de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.
La lucha del PKK por la libertad del pueblo kurdo siempre integró la lucha por la emancipación de la mujer. Su objetivo principal es la de desarraigar todas las ideas provenientes de las sociedades dominadas por los hombres. Recalcan la necesidad de que las mujeres encuentren su libertad mental. Las mujeres kurdas tienen una autodeterminación plena, deciden como educarse y organizarse, además del entrenamiento que deben hacer a la hora de prepararse para el combate real. Dicha organización ha dado a las mujeres una oportunidad única de huir de las restricciones basadas en el sexo que su sociedad les ha impuesto.
Tomando como ejemplo al PKK, en Rojava se decide crear una milicia similar complementaria de las YPG, que tomarán el nombre de las YPJ. Su principal propósito es utilizar la lucha armada como forma de liberación de la mujer del pensamiento patriarcal y a la vez aumentar el número de efectivos en unas filas guerrilleras bastante limitadas en número en comparación a los ejércitos nacionales que les rodean.
Las Unidades Femeninas de Protección (YPJ) son una organización militar formada por mujeres kurdas que se creó en 2012 con el impulso del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) como protección a los civiles. De hecho, el PKK y las YPG/YPJ son consideradas organizaciones hermanas. Actualmente la forman -según clama la propia organización- entre 7.000 y 10.000 milicianas voluntarias de entre los 18 y 40 años (las menores de 18 años tienen prohibido alistarse, pero se les permite entrenarse con las milicianas).
Las milicianas de las YPJ son sometidas a un mes de duro entrenamiento antes de poder ingresar la milicia. Además, tienen sus propios campamentos y academias de formación integradas exclusivamente por mujeres. Esta característica no implica que a la hora de ir al combate lo hagan por separado de los hombres, o que no existan unidades mixtas.
Las mujeres kurdas ocupan puestos de decisión y liderazgo en posiciones jerárquicas de igualdad e incluso superiores a las de otros hombres combatientes, un fenómeno inusual en el mundo musulmán.
En este contexto entra en escena el autoproclamado Estado Islámico, que a medida que comenzaba a expandirse por Siria, aumentaba la fama de las YPJ. Sus combatientes, que luchaban junto a las YPG eran enviadas al frente en todas las batallas contra el Daesh.
Sabiendo que la unión hace la fuerza, a la hora de luchar contra el Daesh, tanto las milicias del PKK, como las YPJ han realizado operaciones conjuntas contra el ISIS. Entre ellas la evacuación de los yazidíes atrapados en 2014 en las montañas de Sinyar, ante la huida de los “peshmergas”, las fuerzas kurdas iraquíes.
Pero quizás la principal hazaña de las YPJ fue su participación en la batalla de Kobane. Las milicianas kurdas jugaron un papel esencial en la reconquista de la ciudad kurda al Daesh en septiembre de 2014. De hecho, alrededor del 40% de los combatientes kurdos que lucharon en la ciudad de Kobane en la frontera sirio-turca eran mujeres pertenecientes al YPJ. Cabe destacar la actuación de la miliciana de las YPJ Arin Mirkan, inmolándose en las calles de Kobane causando la muerte de 14 yihadistas.
Con la creación de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en 2015, una coalición de grupos kurdos y árabes coordinadas por la Coalición Internacional, las YPJ perdieron cierto protagonismo.
El comienzo de la operación militar de las SDF Ira del Éufrates, que tenía como objetivo liberar la ciudad de Raqqa de manos del ISIS, supuso que las YPJ volvieran al campo de batalla . Además, el hecho de que miles de mujeres yazidíes estuviesen aún sometidas a cautiverio por el Daesh , supuso una enorme motivación para las milicianas.
Afirmaba Rojda Felat, una miliciana que combatió en la batalla de Raqqa, que sobre un total de 30 mil combatientes, 300 mujeres participaron en la batalla para conquistar esta ciudad. Además las SDF contarían con decenas de oficiales femeninas en sus filas.
Las YPJ han demostrado ser una milicia muy efectiva en la lucha contra el Daesh, en parte por el hecho de que los milicianos del Estado Islámico creen que si mueren en combate a manos de una mujer, sus almas arderán en el infierno, al contrario de lo que sucedería si caen a manos de un hombre. Esto hace que las YPJ sean un enemigo temible para el Daesh.
Los logros de la lucha de las mujeres kurdas
Desde el comienzo de la guerra en 2011, el matrimonio infantil y la poligamia aumentaron en Siria del 5% en 2010 al 30% en 2015, debido a que algunos grupos rebeldes fomentan este tipo de prácticas. En cambio, en las regiones controladas por los kurdos en el norte de Siria, gracias a una campaña de sensibilización a favor de la igualdad de los derechos de las mujeres, estos usos han sido en gran parte abandonados. Los kurdos han prohibido estas prácticas y han garantizado además la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en caso de divorcio y cuestiones de herencia.
En Siria, los kurdos han impuesto un sistema de cuotas que garantice un 40 % de mujeres en puestos administrativos municipales, en caso contrario las propuestas hechas en la comuna no serán consideradas vinculantes.
En Rojava se aplica también un sistema de copresidencia, en el cual cada cargo debe de estar codirigido por un hombre y una mujer. Hevi İbrahim es la primera ministra de uno de los cantones (Afrin), Asya Abdullah es la co-presidenta del Partido de la Unión Democrática (PYD) que gobierna la región de Rojava; Ramziya Mohammed es la ministra de finanzas de Cizire.
Además en la Universidad de Qamisli, las mujeres pueden cursar sus estudios gratuitamente, al igual que en las universidades sirias. El siguiente paso que quieren dar los kurdos es la exportación de su modelo a los distintos territorios árabes controlados por las SDF. De momento conseguir que la población acepte estos preceptos parece más una utopía que una realidad, pues es evidente que la población árabe no es aún lo suficientemente progresista. Habrá que esperar a los próximos movimientos de los kurdos y la efectividad de sus campañas de sensibilización.
Por: Pablo del Amo
Graduado en Historia y en el máster en Cooperación Internacional por la UCM.
http://www.descifrandolaguerra.es/la-lucha-de-la-mujer-kurda/
Llevaba tiempo con este artículo guardado en marcadores para esperar a publicarlo hoy, 8 de Marzo, Día de la Mujer TRABAJADORA (importante detalle que algunos medios...olvidan). Feliz día a todas las trabajadoras del mundo y a todas las que luchan por sus derechos y por la igualdad, tanto hoy como el resto del año, que es más importante. Aporto mi granito de arena en este día simbólico y espero que guste el artículo y sirva para difundir un poco lo que está sucediendo en Rojava, que parece que no lo explican ni por la "feminista" Sexta. Por desgracia para ellas, los turcos y sus aliados no hacen huelga feminista y el frente de Afrin no se defiende solo .